La congresista norteamericana de origen cubano María Elvira Salazar asegura que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una «guerra» contra la Iglesia católica nicaragüense. La política manifestó que ni la dictadura de Somoza se atrevió a «meterse» con la Iglesia.
A través de sus redes sociales, la congresista republicana denunció que la dictadura de Ortega y Murillo ha encarcelado a los sacerdotes más importantes, suspendió las procesiones de Cuaresma, expulsó monjas; se apropió de universidades, cerró medios católicos y expulsó al nuncio apostólico, que es el representante del papa Francisco en el país, además de plantear la suspensión de las relaciones con el Vaticano.
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La denuncia la elevó durante una audiencia de subcomités de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos en la que abordaron la situación de Nicaragua bajo el título «la guerra del régimen de Ortega-Murillo contra la Iglesia católica y la sociedad civil en Nicaragua»; en la que participaron los excarcelados políticos Félix Maradiaga y Juan Sebastián Chamorro, así como representantes de organismos internacionales de derechos humanos.
Durante su intervención, Salazar llamó «satánica» a Rosario Murillo y «hombre demasiado pequeño» a Daniel Ortega por su persecución contra religiosos.
El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se jacta que en Nicaragua se ha transformado la matriz energética a base de fuentes renovables, pero una investigación de Artículo 66 desmiente esos «avances de cristal» que la dictadura pregona.
Lo cierto es que Nicaragua ha aumentado hasta un 500 % la compra de energía a los países centroamericanos de 2018 a la fecha, según estadísticas oficiales publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
La vicemandataria Rosario Murillo anunció nuevos movimientos dentro de la Cancillería de Nicaragua. Entre los nuevos cargos figura el nombramiento de la exalcaldesa sandinista de Managua Daysi Torres como embajadora la dictadura de la dictadura de Daniel Ortega ante Venezuela.
La funcionaria anteriormente había ocupado el puesto de presidenta del Consejo Electoral Departamental (CED), de Managua.
Torres es de profesión periodista y durante los años 80 fue la reportera personal de Daniel Ortega, de quien ella misma se declara leal seguidora. Su gestión como alcaldesa de Managua es considerada insípida y opaca.
El Ministerio de Gobernación aprobó la convalidación de registro de seis organizaciones deportivas, en medio de una oleada de ilegalización de más de tres mil organizaciones sin fines de lucro.
Entre las organizaciones convalidadas está la Asociación Nicaragua Joven (Nica Speed), organización vinculada a la carrera de automóviles y cuyo «presidente honorario» es el excomandante guerrillero sandinista y asesor económico el régimen de Daniel Ortega, Bayardo Arce.
Las otras cinco organizaciones deportivas que contaron con la validez del gobierno de Ortega son la Asociación de Beisbol del Departamento de Estelí (ASBEDES), Federación Nicaragüense de Baloncesto (FENIBALÓN), Federación de Canotaje de Nicaragua (FECANIC), Federación Deportiva del Comité Paralímpico Nicaragüense (FEDCOPAN), Federación Nicaragüense de Karate-Do (FENIKA-DO). A todas se les otorgó número perpetuó, según la disposición de María Amelia Coronel Kinloch.
Para el abogado Gonzalo Carrión, del Colectivo de derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, solo están «sobreviviendo» las organizaciones allegadas al régimen de Ortega, «sin mayor espacio de libertad, porque no tienen posibilidad de opinión».
Los nicaragüenses recibieron 330.6 millones de dólares en concepto de remesas familiares solo en febrero, lo que representa un 63.5% más en relación al mismo mes de 2022, informó el Banco Central de Nicaragua (BCN).
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El 81.4 % de los flujos provino de Estados Unidos, seguido de Costa Rica con 7.9 %, mientras España y Panamá representaron 6.2 y 1.2 % del total del mes.
Las remesas procedentes de Estados Unidos y Costa Rica registraron un crecimiento, lo que coincide con la migración histórica de nicaragüenses que huyen de la represión y la pobreza.