La Policía Nacional presentó el nueve de marzo a Jorge Adalberto Ríos, de 63 años, como el principal autor del parricidio contra Facunda Ríos, de 82. El sospechoso es hijo primogénito de la víctima.
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía, la negativa de la anciana de darle dinero a su hijo para comprar licor fue lo que provocó la ira de Jorge Adalberto Ríos contra su madre, quien le arrebató la vida tras atacarla a «garrotazos» la noche del pasado cuatro de marzo. El crimen ocurrió en el barrio Santa Isabel de la ciudad de Boaco.
En el escrito acusatorio se reveló que primeramente, el sujeto golpeó a su madre con un palo hasta quebrarlo y después agarró el bastón de madera de la víctima y la siguió atacando en la cama hasta matarla.
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«Mostrando un total desprecio por la vida, el acusado después de cometer el crimen se marchó del lugar», detalló la fiscal Mileydis Laso Membreño.
La delegada de la Fiscalía también señaló que el acusado se valió del estado de indefensión de la víctima, quien era una persona de la tercera edad.
Agregó que la anciana habitaba sola, pero su hijo llegaba a visitarla frecuentemente y se quedaba a dormir en la vivienda.
El médico forense que realizó la autopsia de Facunda Ríos confirmó que producto de los golpes en los brazos, manos, rostro y el cráneo, la anciana tenía múltiples fracturas. Además, concluyó que la víctima murió a consecuencia de hemorragia intracraneal que le causaron los golpes dados por su hijo.
La jueza de Distrito Penal de Audiencia de Boaco, Aracelly Amador Zambrana, dictó prisión preventiva a Jorge Adalberto Ríos y programó para el 20 de marzo, la audiencia inicial.
Con el femicidio de Facunda Ríos, la lista de víctimas de violencia machista se extiende a ocho en lo que va del 2023 —cinco en enero y tres en febrero, solo en Nicaragua, según la organización feminista Católicas por el Derecho a Decidir.
La organización destaca que en el extranjero han habido otros ocho femicidios para un total de 16. Los autores de los crímenes han sido en su mayoría parejas, exparejas o parientes cercanos de las víctimas.
«Van 16 femicidios en los tres primeros meses del año, dejando luto en las familias nicaragüenses (…) Es por eso que decimos que el femicidio es peor que la pandemia (del COVID-19), porque con la pandemia se toman medidas para prevenir, pero en el femicidio no se toman medidas ni se realizan campañas para disminuir esa cultura machista de los agresores ante la vida de las mujeres», señaló una defensora de derechos humanos.