Vilma Esperanza Álvarez Lagos, hermana de monseñor Rolando Álvarez, demanda a las autoridades nicaragüenses que le permitan visitar al líder religioso, a quien no ve desde el pasado nueve de febrero, cuando la justicia de Daniel Ortega trasladó al obispo de Matagalpa a la cárcel «La Modelo» de Tipitapa, como castigo por negarse a abordar un avión para ser desterrado.
De acuerdo con Despacho 505, el familiar del rehén de conciencia introdujo el jueves, dos de marzo, una petición en los Juzgados de Managua, en donde le solicita a la jueza orteguista Nadia Tardencilla que le permita visitar a su hermano y pasarle alimentos, esté donde esté, porque no sabe con exactitud dónde se encuentra el obispo.
La petición aparece consignada en el sistema electrónico de causas de los Juzgados capitalinos. Vilma Álvarez, de 72 años, también fue a gestionar información sobre monseñor Álvarez en el Ministerio de Gobernación (Migob), donde le han indicado que debe acudir al Poder Judicial.
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Por tal razón, la hermana del reo de conciencia se dirigió ayer jueves ante la jueza Tardencilla para que le brinde información sobre el obispo de Matagalpa, que le diga exactamente dónde y cómo está, y que se le haga un carné para que pueda visitarlo en igualdad de condiciones que los demás reos.

Por su parte, fuentes eclesiásticas revelaron a Despacho 505 que Vilma Álvarez ha buscado al líder religioso en la cárcel «El Nuevo Chipote» y en el Centro Penitenciario Nacional ubicado en Tipitapa, pero los carceleros no le dan razón ni información sobre él.
El medio digital también reveló que recientemente, a través de filtraciones de reos en «La Modelo», a monseñor Álvarez lo estarían sedando en la cárcel, por medio de sustancias que probablemente le introducen en la comida o bebida.
El encierro de monseñor Rolando Álvarez mantiene una condena colectiva en redes sociales que demanda su liberación. El obispo acumula más de 200 días como rehén de conciencia de la dictadura de Ortega y Murillo.
El nueve de febrero, el régimen intentó desterrarlo de Nicaragua enviándolo en un avión a Estados Unidos, pero el prelado arruinó el plan de la pareja dictatorial y se negó a abordar el vuelo. Ese acto de resistencia desató la rabia de Daniel Ortega que ordenó encerrarlo en las celdas de «La Modelo». Desde su violenta captura el 19 de agosto de 2021, el obispo Álvarez permaneció en la vivienda de su familia en Managua.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) exige diariamente que el purpurado sea puesto en libertad, al igual de los más de 30 presos políticos que están cautivos.
La justicia orteguista declaró culpable a monseñor Rolando Álvarez por los supuestos delitos de «traición a la patria» y lo condenó a 26 años de cárcel, le arrebató su nacionalidad y lo despojó de sus derechos civiles y políticos de por vida.
El obispo de Matagalpa es una de las voces más críticas contra la dictadura de Ortega y Murillo, el binomio que controla los hilos del poder en Nicaragua, un país sumido en una crisis sociopolítica, económica y de derechos humanos desde 2018.