La vicedictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció una serie de actividades en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora cada ocho de marzo. La segunda al mando del régimen asegura que las mujeres en el país tienen derechos, pero dejó sin nacionalidad a más de una docena de periodistas, activistas, defensoras de derechos humanos, estudiantes y opositoras.
«En Nicaragua tenemos derechos, en Nicaragua ocupamos los espacios que merecemos, en Nicaragua nos distinguimos por nuestro carácter, nuestra fortaleza; en Nicaragua somos valiosas», dijo Murillo en su alocución de este 28 de febrero en los medios de propaganda de la dictadura.
El destierro de las mujeres opositoras fue idea de Murillo, según reveló su propio marido Daniel Ortega el nueve de febrero, cuando expulsó del país a la exguerrillera Dora María Téllez, Ana Margarita Vijil, Tamara Dávila, Suyen Barahona, Violeta Granera y Esperanza Sánchez, entre otras.
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Todas esas presas políticas eran sometidas a tratos crueles, inhumanos y degradantes en las distintas cárceles del país, según denuncias de organismos locales e internacionales de derechos humanos, denuncias que fueron corroboradas por las mismas excarceladas desde el destierro en Estados Unidos.
El 15 de febrero Murillo ordenó declarar «traidoras de la patria» a otro grupo de mujeres, el arrebato de la nacionalidad nicaragüense y la confiscación de sus bienes. Todo esto bajo el amparo de una serie de leyes calificadas de represivas por la oposición y organismos internacionales de derechos humanos.
En ese nuevo grupo de expatriadas están la poetisa Gioconda Belli; la periodista Sofia Montenegro; la expresidenta de CxL, Kitty Monterrey y la directora de Cisas, Ana Quirós Viquez. A Monterrey y Quirós ya les había arrebatado la nacionalidad nicaragüense, pero insólitamente se las quitó nuevamente.
En ese grupo también figuran las periodistas Jennifer Ortiz y la excarcelada política Lucía Pineda Ubau; la activista Zayda Hernández; las defensoras de derechos humanos Vilma Núñez y Haydée Castillo; la abogada constitucionalista Azahálea Solís; Berta Valle y la lideresa campesina Francisca Ramírez.