Desde la revuelta social de abril de 2018 a febrero de 2023, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha tomado un total de 1,310 presos políticos, según el más reciente informe del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas, un organismo que documenta las capturas del régimen nicaragüense.
La actual lista de presos políticos totaliza 37 personas, opositores y rehenes de conciencia que no fueron desterrados el pasado nueve de febrero a Estados Unidos. De ese total, uno fue detenido después de la excarcelación y expatriación de 222 personas presas políticas; y dos en febrero de 2022, pero agregadas hasta esta actualización. De los 1,310 reos, 74 de ellos han sufrido dos o más periodos en la cárcel.
Según el Mecanismo, los presos políticos fueron «detenidos por ejercer sus derechos a la libertad de expresión o de manifestación y han sido víctimas de una serie de violaciones a sus derechos humanos durante su reclusión, así como violaciones a las garantías básicas de respeto al debido proceso».
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«Este número de 1310 contiene un subregistro debido a la falta de información, represión, desmantelamiento de la sociedad civil que enfrenta Nicaragua, por tanto no todas las personas detenidas han sido incluidas por el Mecanismo», destaca el informe de la organización independiente.
El informe explica que los mayores picos de detención se presentaron a finales de 2018 e inicios de 2019 cuando las listas de personas presas políticas llegaron hasta 808 personas en cárcel.
«Cabe señalar, que desde julio de 2019 la cifra de personas presas políticas no sobrepasaba las 200 personas, escenario que se repitió a partir de agosto de 2022», refiere.
En su recopilación el Mecanismo ha identificado que desde el inicio de la crisis sociopolítica el régimen ha excarcelado a otras 520 personas presas políticas de forma unilateral y de manera no oficial. «Dos personas presas políticas han fallecido bajo tutela del estado sin haber visto la libertad», resalta.