Son diferentes los factores que influyen en el encarecimiento de los productos derivados de la leche y uno de ellos, según el productor Pedro José Araúz Robleto, se debe al reacomodamiento de precios en Nicaragua que beneficia a los ganaderos, los que por muchos años, asumieron las pérdidas vendiendo a bajos precios la leche.
«Eran precios injustos, los que ofrecían acopiadores tradicionales. Es cierto que la leche en estos tiempos ha mejorado su precio, pero también es cierto que esto afecta a los consumidores que están dando 90 córdobas por una libra de queso y 110 por una de quesillo», admitió.
Araúz Robleto resaltó que hay una alta demanda de alimentos en la región y que los países están viendo hacia Nicaragua. «Contamos con una alta producción de leche y granos básicos que registran una excelente demanda en el istmo», dijo.
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«Yo lo veo como una excelente oportunidad, la demanda de alimentos de los países de Centroamérica y la buena gestión de negocios de instituciones gremiales. Eso beneficia a los productores», aseguró.
Más acopiadores
Debido a la oferta y la demanda actual, los precios de los lácteos se van a mantener, sin embargo, el productor propone «buscar un equilibrio con los sectores más afectados, en este caso los consumidores para que adquieran, por ejemplo, a menor precio la libra de queso indispensable en la dieta de los nicaragüenses», señaló.
A criterio de Rufino Aragón, el incremento del precio de la leche obedece a la cantidad de acopiadores informales que han aparecido en las diferentes comunidades de Chontales y eso ha motivado a la industria a ofrecer una mejor paga para mantener su producción.
Aragón es dueño de una pequeña empresa procesadora de lácteos en la comunidad de Llano Grande, jurisdicción de San Francisco de Cuapa y revela, que los ganaderos, cada semana exigen mejor pago por el galón de leche, ante el surgimiento de un sinnúmero de acopiadores informales que buscan la manera de acaparar el mayor porcentaje de la producción.
El productor considera que la mayoría de los ganaderos de Chontales ya no están transformando la leche en queso o cuajada, porque con el precio que ha alcanzado el galón «del líquido blanco», prefieren entregarla a los manteros o a la industria nacional que le sale más rentable.
«Transformar la leche se requiere de tiempo y pagar mano de obra. El proceso inicia con el acopio y posterior, se tiene que cuajar la leche, el tiempo para hacer el queso y enseguida sacarlo donde se comercializa, ahí los compradores te ofrecen un precio no mayor a los 40 o 50 córdobas, entonces, el productor prefiere vender la leche», explicó Aragón.
El economista y fiscal de Faganic, Salvador Castillo, dijo, que el alto precio de los productos derivados de la leche, se debe a la excelente demanda que registran en el mercado nacional, sin embargo, reconoce, que los más afectados son los consumidores.
Los intermediarios le suben más
El dirigente gremial justificó el incremento en la libra de queso ahumado y fresco. «Recuerden que el queso para que llegue al consumidor pasa por varias manos y es lo que nosotros conocemos como (la cadena) y ahí están los intermediarios hasta el que se lo vende al consumidor», sostuvo Castillo.
Castillo aseveró que Faganic no lleva ningún registro sobre el precio del galón de leche a nivel nacional, sin embargo, analiza, que los altos costos son provocados en su mayoría por la misma competencia que con tal de acaparar la producción de determinada comunidad, ofrecen una excelente paga.
«Si incursiono a una determinada actividad económica y quiero tener control de la materia prima, entonces, (yo) debo pagarles mejor a mis proveedores y es ahí que inicia la tercia entre los acopiadores», indicó.
El dirigente aseguró que, en la actualidad, el galón de leche goza de buen precio, pero los costos operativos de los productores han incrementado y citó como ejemplo el valor del quintal de sal que antes lo compraban en 120 córdobas, en la actualidad llega a los 400 y lo mismo ocurre con los medicamentos veterinarios.
Por Voces Unidas
