La defensora de derechos humanos Ana Lucía Álvarez participó este sábado en un panel sobre «Violencia política contra las mujeres», en el que refirió que «toda violencia es política», en referencia a la crisis que vive Nicaragua donde este grupo denuncia ser víctima constante.
«Mi país ¿qué es? Son las compañeras que están aquí. Es mi territorio», expresó la hermana de la exrea política Tamara Dávila, una de las mujeres victimas del régimen de Nicaragua, y que estuvo por más de un años secuestrada.
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Álvarez recordó en su ponencia en el Encuentro Internacional Feminista 2023, que se celebra en Madrid, España, que en los últimos cuatro años en Nicaragua, más de 300 mujeres han sido detenidas por la dictadura Ortega y Murillo. «Muchas de estas detenciones han incluido también desapariciones forzadas, como es el caso de mi hermana Tamara —Dávila— que estuvo desaparecida por tres meses», denunció la opositora.
Añadió que el empeño desde las redes feministas y de defensoras —como es el caso de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras)—, «es seguir construyendo vida y redes que la salvaguarden, que prioricen y que pongan en el centro el cuidado, la protección colectiva, eso sí es transformador».
Desde el 2018 grupos feministas y defensores de derechos humanos han denunciado la ola de violencia contra las mujeres en Nicaragua, no solo por motivos políticos sino también por ser víctimas de femicidios.
Recientemente la dictadura desterró de Nicaragua a nueve mujeres presas políticas que mantuvo en prisión, violentadles sus derechos humanos, muchas de ellas han denunciado violencia física y psicológica.