El juez Róger Sánchez, del Juzgado Primero Especializado en Niñez y Violencia en Managua, declaró culpable al adolescente de iniciales A.E.S.R, de 17 años, por el asesinato de las hermanitas de siete y 10 años en Ciudad Belén, perpetrado el pasado septiembre de 2022.
La Fiscalía solicitó seis años de cárcel para el acusado, pena máxima para adolescentes que cometen este delito, según lo establecido en el Código de la Niñez y la Adolescencia.
La justicia de Nicaragua acusó al adolescente de los delitos de violación en grado de tentativa y asesinato agravado en perjuicio de las niñas asesinadas en Ciudad Belén.
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Por su parte, los jóvenes Alfredo Lara Ortiz, de 19 años, y Alison Salgado Rugama, de 18, compañera de vida de Lara y hermana del adolescente, que también participaron en el doble homicidio que conmocionó al país, están a la espera de su sentencia de cárcel.
El pasado mes de diciembre, la juez Aleyda María Irías Mairena, titular del Juzgado Segundo Especializado en Violencia, encontró culpables del doble asesinato de las dos niñas a Lara y Salgado.
Tras el veredicto de culpabilidad de los otros dos coautores del doble crimen, la Fiscalía solicitó cadena perpetua para Lara, además de 20 años de cárcel por el delito de tentativa de violación, y para su cónyuge solicitó 100 años de prisión, 60 años de cárcel por asesinato agravado y 40 más por el delito de tentativa de violación.
El crimen contra las dos hermanas ocurrió el pasado dos de septiembre, en horas de la noche, en Ciudad Belén, en el Distrito VI de Managua. Los acusados habitaban a cinco casas de donde residían las víctimas. Unas 30 personas fueron testigos en el juicio.
Los hechos
Investigaciones de la Policía detallan que el examen post mortem determinó que la niña de iniciales I.J.U., de siete años, fue asesinada por asfixia mecánica (sofocación), y su hermanita M.J.U., de 10 años, por trauma craneoencefálico severo causado con objeto contundente y presenta equimosis de color verde en la región del pubis.
Los cuerpos sin vida de las niñas fueron encontrados en un predio baldío en Ciudad Belén el día lunes, cinco de septiembre. En el sitio se ocuparon como evidencias un colchón de tela multicolor, tiras de tela color blanco, un trozo de alambre dúplex color blanco y se recolectaron muestras de fluidos corporales. Los testigos refieren que los tres presuntos criminales lavaron la casa en horas de la mañana del día siguiente de la desaparición de las menores.
El crimen fue cometido en la vivienda de los presuntos femicidas, donde se realizó peritaje de criminalística que reveló presencia de sangre humana en la sala y en el dormitorio del adolescente. En el dormitorio también fue encontrado un trozo de bloque y un trozo de toalla azul utilizados para cometer el crimen, indicó el parte policial.
Las víctimas tenían tres meses de haber llegado a la capital. La familia, de la etnia miskita, es originaria de la comunidad Walakitang de Río Coco, en Wiwilí, departamento de Jinotega, y llegó a Managua en busca de trabajo.