Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, hizo un llamado a los poderosos a renunciar a la violencia y aprender de la historia, la cual enseña que la crueldad lleva a la «autodestrucción». El obispo también denunció este día la manipulación de las leyes que los poderosos ejecutan con el fin de «someter a los pueblos».
El mensaje lo envió durante su homilía de este domingo, 19 de febrero, días después que el régimen de Nicaragua desterrara a 222 presos políticos y, mediante una reforma a la Constitución Política, arrebatara la nacionalidad nicaragüense a este grupo, a monseñor Rolando Álvarez— quien sufre encarcelamiento en Managua— y a otros 94 ciudadanos, incluido el obispo Báez.
«Esta llamada al amor la deben escuchar los tiranos de turno que se dejan arrastrar por sus ambiciones irracionales, actúan con odio, buscan la venganza y hasta manipulan el derecho y las leyes para hacer el mal y someter a los pueblos. La historia les debería enseñar que, con su odio, su crueldad y su violencia, son ellos mismos quienes se destruyen. Nunca ningún opresor termina bien ni ningún dictador triunfa indefinidamente», recalcó monseñor, quien se encuentra en Estados Unidos, forzado al exilio desde 2019.
El líder católico lamentó que aún existan «verdugos y víctimas», personas que oprimen violentamente a los «más débiles e indefensos» a través de las armas, pero resaltó que devolver la violencia recibida tampoco es la respuesta porque, de esta manera, «el mal sigue aumentando y su espiral diabólica continúa destruyendo personas, familias y sociedades enteras».
Lograr una «auténtica revolución»
Monseñor Silvio Báez explicó que en la frase de Jesús: «A cualquiera que te de una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra», el hijo de Dios no está proponiendo que permitamos que nos sigan golpeando ni ser sumisos o ignorar las injusticias; Jesús propone «un estilo nuevo de reaccionar ante la ofensa, una forma novedosa de resistencia activa ante el mal y la injusticia (…) colocarnos en una perspectiva superior, que va más allá de la lógica del odio y de la revancha».
«No queremos que un opresor ocupe su lugar (el del tirano)», agregó.
Noticia relacionada: Sergio Ramírez cree en una “transición” sin violencia en Nicaragua
Continuó explicando que «amar al enemigo es renunciar a la venganza y al odio». Báez también instó a evitar las diferencias y superar los fanatismos para no dar «fuerza al mal».
«Solo con un amor semejante al suyo (el de Jesús) haremos posible la única revolución auténtica y eterna, la revolución de la misericordia», señaló.
También recordó a monseñor Rolando Álvarez, quien, según fuentes cercana a la Iglesia católica nicaragüense, se encuentra en una celda de castigo en la cárcel «La Modelo», en Tipitapa, Managua.
Noticia relacionada: Dictadura de Ortega inicia confiscaciones de propiedades de nicaragüenses desterrados
Ahí fue enviado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo después que el también obispo de la diócesis de Matagalpa rechazara ser desterrado a Estados Unidos, mientras aún hayan presos políticos en Nicaragua.
El obispo auxiliar Báez pidió a Dios que le de a monseñor Álvarez «fortaleza, salud, esperanza y discernimiento en su Espíritu; lo proteja de todo mal y muy pronto lo veamos libre».