El presidente de Chile, Gabriel Boric, se solidarizó con Sergio Ramírez, Gioconda Belli, Sofía Montenegro, Carlos Fernando Chamorro y demás ciudadanos a quienes el régimen de Nicaragua declaró apátridas y ordenó confiscar sus bienes.
«Un abrazo fraterno a Gioconda, Sergio, Sofía, Carlos y a todos quienes (Daniel) Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense», manifestó el mandatario de izquierda a través de Twitter.
En su publicación, hecha este sábado, 18 de febrero, resaltó que Ortega, a quien llama dictador, «no sabe que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto»; al tiempo que le recordó a los nicaragüenses que «¡no están solos!».
Boric acompañó sus palabras con un retuit a Gioconda Belli, en el que la escritora plasmó unos versos de su poema «Nicaragua» tras ser despojada de su nacionalidad.
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo inició el viernes la toma arbitraria e ilegal de las propiedades de los nicaragüenses críticos del régimen, cuya nacionalidad fue arrebata en la reciente semana.
La periodista Sofía Montenegro y las opositoras Azahálea Solís e Irlanda Jerez fueron las primeras en confirmar a diferentes medios nacionales la toma de sus viviendas.
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Al momento, Chile y Colombia han sido los países latinoamericanos en rechazar la reciente arremetida del régimen nicaragüense. En un artículo de Opinión, la canciller de Chile, Antonia Urrejola; sostuvo que el retorno de la democracia y el Estado de derecho en el país centroamericano es un tema pendiente.
«La persistencia de una práctica dialogante y sin exclusiones resulta clave para la obtención de resultados concretos en el marco de las relaciones internacionales. Esto es especialmente importante en contextos donde no parece verse luz al final del camino, pues se abre paso a desenlaces esperanzadores como los de las personas liberadas el pasado jueves», destacó.
317 ciudadanos han sido acusados por el Ministerio Público nicaragüense por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional en concurso real con el delito de propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado de Nicaragua y la sociedad. Con este señalamiento, la justicia de Ortega los declaró supuestos «traidores de la patria» y se apropió de sus bienes sin siquiera un juicio.