El dictador Daniel Ortega aprovechó la cadena nacional de televisión de este jueves, nueve de febrero, para atacar virulentamente al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, por haberse opuesto a ser desterrado de Nicaragua hacia Estados Unidos.
Ortega se deshizo en insultos contra el primer obispo nicaragüense encarcelado por la dictadura sandinista y acusado de delitos de traición a la patria, por presuntamente violar la Ley 1055, Ley de Soberanía. Esa herramienta jurídica fue aprobada para perseguir a los opositores al régimen.
Según el dictador, el obispo fue llevado hasta el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Managua y estando «en las gradas del avión» se rehusó a abordar la aeronave que lo llevaría hacia Estados Unidos, junto a otros 222 prisioneros políticos que fueron desterrados.
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Ortega señaló al obispo de «desquiciado, energúmeno y rabioso» y que por su decisión de no abordar el avión y ser expulsado de Nicaragua, fue enviado al Sistema Penitenciario Nacional (SPN) Jorge Navarro, conocido como «La Modelo», en Tipitapa. La negativa del alto jerarca de la Iglesia católica desató la furia de un iracundo Daniel Ortega.
«Así está este señor que se negó a acatar, es la rabia de no acatar la decisión del Estado nicaragüense, porque él de buena gana se va a Miami a juntarse con (monseñor Silvio) Báez, a despotricar con Báez, pero como es el Estado nicaragüense el que le está ordenando la deportación, entonces ahí está la rabia de él, la rabia, la furia, y como él lo decidió, ahí está guardando prisión (en La Modelo)», dijo.
Daniel Ortega también criticó las condiciones en las que estaba encerrado monseñor Rolando Álvarez bajo arresto domiciliario. Desde su detención, el 19 de agosto de 2022, el miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), permaneció cautivo en su vivienda familiar en Managua.
«Como se le tenía en su casa, se le hacían comidas especiales todos los días, llegaban los médicos dos veces al día, llegaban las hermanas a cocinarle y vivía en una mansión. No es que vive en una casita como las casas para el pueblo, o como la casa donde vive el cardenal (Leopoldo) Brenes, en Altagracia, no. Vive en una mansión», lanzó el dictador.
El juicio político contra monseñor Rolando Álvarez Lagos iniciará el próximo miércoles 15 de febrero. La dictadura intentará inculpar al religioso con una docena de testigos que ha ofrecido el Ministerio Público para el proceso penal en su contra. Entre los testigos figuran sandinistas del departamento de Matagalpa, una periodista radial orteguista y funcionarios del Ministerio de Educación y de la alcaldía de la localidad.