Durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), realizada en Argentina, la mayoría de los representantes de los 33 gobiernos participantes optaron por el silencio ante la crisis de derechos humanos y represión que vive Nicaragua. «No hicieron mención alguna sobre la situación», denuncia Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Mediante un artículo de opinión de la defensora de derechos humanos publicado en el diario argentino Infobae, señala que en el país centroamericano «se cumplirán en abril cinco años desde que las fuerzas de seguridad del Estado reprimieron con brutalidad las protestas multitudinarias con centenares de muertes y miles de personas heridas».
Noticia relacionada: Boric arremete contra Ortega en la Celac: “Presos políticos de Nicaragua deben ser liberados”
Denuncia que «desde entonces, el gobierno ha adoptado una serie de medidas que han menoscabado la libertad de expresión, la participación política, el derecho a la protesta y la libertad de prensa».
«Actualmente hay más de 200 personas —defensores y defensoras de los derechos humanos, periodistas independientes, activistas y miembros de la oposición política— encarceladas en Nicaragua exclusivamente por ejercer estos derechos y se han clausurado miles de organizaciones por adoptar posturas críticas con el gobierno. En la declaración de la CELAC no hay mención alguna a esa situación», añade Belski.


Ante esta situación, la activista cree «con firmeza que el multilateralismo americano tiene que centrar sus esfuerzos en hallar soluciones a sus problemas que provengan de la garantía y respeto de los derechos humanos. Hay un potencial en este tipo de diálogos, pero también un déficit en lo que refiere a la búsqueda de respuestas. Lo que sucedió estos días en Buenos Aires lo muestra de modo claro».
Los preparativos de la Cumbre han estado marcados por la polémica en Argentina, ya que la oposición al Gobierno de Alberto Fernández denunció las violaciones a los derechos humanos del presidente venezolano Nicolás Maduro, el cubano Miguel Díaz-Canel y el nicaragüense Daniel Ortega.
Finalmente, de los tres líderes solo Díaz-Canel asistió al foro, que se desarrolló entre fuertes medidas de seguridad debido a las protestas de manifestantes, mientras que Maduro canceló su viaje de último momento.
Daniel Ortega fue uno de los ausentes del cónclave, al que asistieron una quincena de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil; Gabriel Boric, de Chile; Luis Alberto Arce, de Bolivia; Luis Lacalle Pou, de Uruguay; Gustavo Petro, de Colombia; Miguel Díaz-Canel, de Cuba, y Xiomara Castro, de Honduras. En representación del mandatario nicaragüense fue el canciller Dennis Moncada.