El sacerdote Óscar Benavidez, párroco de la iglesia Espíritu Santo, de Mulukukú, de la Diócesis de Siuna, será llevado a juicio político este lunes, 16 de enero. La justicia de Daniel Ortega lo señala de los supuestos delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense, según la acusación presentada por el Ministerio Público.
El proceso penal está a cargo de la jueza Nancy Aguirre Gudiel, titular del Juzgado Décimo de Distrito Penal de Juicio de Managua. La orteguista es parte de un grupo de 23 jueces y fiscales sancionados en julio del año pasado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
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Aguirre Gudiel condenó y sentenció al opositor y sociólogo Irving Larios por el presunto delito de «socavar la integridad nacional». Dicho proceso fue catalogado como un «juicio simulado» por el país norteamericano.
El sacerdote Óscar Benavidez fue capturado por la Policía del régimen el 14 de agosto de 2022, la aprehensión fue informada por la Diócesis de Siuna en sus redes sociales. En ese momento la Diócesis afirmó que la «única misión» del sacerdote «es y ha sido la de anunciar la buena nueva de Jesucristo, que es palabra de vida y salvación para todos».
El religioso es originario de San Isidro, Matagalpa, tenía un poco más de tres meses al frente de la parroquia Espíritu Santo, en Mulukukú. Sus feligreses han expresado que es una persona muy querida en el pueblo. El pasado 12 de diciembre de 2022 el padre Óscar Benavidez cumplió 50 años y el primero en las celdas del Sistema Penitenciario Nacional (SPN) Jorge Navarro en Tipitapa.
La dictadura de Nicaragua se ha ensañado contra la Iglesia católica. A los sacerdotes y obispos los ha tildado de «diabólicos» y «traidores». Poco a poco, Ortega ha ido engrosando la lista de sacerdotes presos, sumando 15 religiosos que son parte de procesos judiciales en su contra y dos ya fueron condenados.
Entre los 15 presos políticos de la Iglesia católica están el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, sacerdotes, periodistas, laicos y seminaristas.