El Centro de Asistencia Legal Interamericano en Derechos Humanos (Calidh) se prepara para presentar el informe que recopila las violaciones a los derechos humanos registradas en Nicaragua en 2022. El organismo expresa su «profunda» preocupación porque consideran que el panorama en 2023 podría ser peor.
Este próximo 31 de enero, Calidh presentará la documentación de las violaciones a los derechos cometidas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. «Mientras lo elaboramos, nuestro equipo está profundamente preocupado por la velocidad con la que en el año pasado terminaron de erosionarse los derechos. 2023 será peor», advirtió el defensor y secretario ejecutivo de Calidh, Danny Ramírez.
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Para la entidad, la liberación de los presos políticos ha sido una de las principales denuncias, especialmente en 2022, cuando el régimen arreció la cacería incluso contra los familiares de opositores. Ramírez afirma que para este año las demandas se van a centrar en «libertad para los presos políticos, el cese a los ataques contra la Iglesia, restauración de derechos humanos y libertades, retorno de los exiliados, verdad y justicia para los asesinados por el gobierno de Nicaragua y reparación a sus familias».
En más de un año de encierro, los dirigentes gremiales cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», solo han sido visto doce veces por sus parientes, y la comunicación con sus hijos menores de edad apenas se ha permitido en una o dos ocasiones.
Los defensores de derechos humanos de Calidh también han referido que «les preocupa los efectos en el desarrollo físico y emocional de los niños y adolescentes hijos e hijas de las personas privadas de libertad, así como las personas adultas mayores en condiciones de riesgo que son sometidas a angustias intensas y sistemáticas al negárseles el derecho a visitar a sus familiares y a saber regularmente sobre ellos».
Calidh, organización que demandó a Argentina investigar a funcionarios de la dictadura de Nicaragua, añadió que «observa con mucha intranquilidad cómo los efectos de los tratos crueles, inhumanos y degradantes se extienden hacia los familiares y cercanos» de los presos políticos.
Recientemente, Human Rights Watch (HRW por sus siglas en inglés) presentó su informe anual acerca de la situación de derechos en el país centroamericano y denunció la grave situación de derechos humanos que persiste Nicaragua de 2018. El organismo se unió a la preocupación por la escalada represiva contra los opositores y sus familiares, el éxodo de nicaragüenses y las condiciones de torturas y aislamiento que viven los presos políticos en las diferentes cárceles del país.