Alan Isaac Martínez, originario de la comunidad El Jocote, ubicado a 10 kilómetros al norte de Palacagüina, en el departamento de Madriz; fue liberado por un cartel mexicano que se hizo pasar primero como funcionarios de Migración de ese país.
El joven detalló que al llegar a un pueblo de México, del cual no especificó nombre, fue interceptado por los sujetos que los subieron a un bus, y lo retuvieron alrededor de siete días junto con hondureños y guatemaltecos. Supo después que los falsos agentes eran miembros de un cártel.
Contó para este reporte, que uno de los migrantes que estaban con él intentó huir, pero fue alcanzado por los delincuentes, quienes le propinaron una golpiza hasta dejarlo inconsciente. Y que al resto, les advirtieron que si uno de ellos hacía lo mismo, les iba a pasar lo mismo, o peor. “Dijeron que nos matarían”, relató Martinez.
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“Yo iba a los Estados Unidos para tener una vida mejor para mi familia, pero no sabía lo que me estaba esperando, no sabía que esos malvados me iban a secuestrar. Fueron días duros, difíciles”, relata todavía consternado.
Contó que días antes que lo dejaran libre, los secuestradores lo amenazaban con matarlo en cualquier momento. Además le dijeron que sumarían a su muerte, la de su familia. “Ya sabemos como dar con ellos, así me amenazaron”, dijo.
“Yo ya venía en el avión (de regreso) hacia Nicaragua, llamé a mi familia y me contaron que todavía estos sujetos le decían a mi mamá que fuera a depositar más dinero que seguía en sus manos, que me iban a matar, todo para sacarles dinero”, indica.
Para poder pagar la cantidad que el cártel le estaba pidiendo, la familia de este migrante pasó varios días en el parque de Palacagüina y con ayuda de las redes sociales, pidieron dinero a la población para pagar el rescate.
“Para nosotros era difícil porque no teníamos de dónde sacar dinero, pero al fin logramos pagar el rescate y le doy gracias y a todos los pobladores del departamento de Madriz, porque la gente nos apoyó”, dijo Berta Luz Muñoz, la madre del joven secuestrado.
Esta familia ahora está en busca de cómo pagar parte del dinero que pidieron prestado para que junto al apoyo que le dieron los pobladores, se juntara la suma que demandaban los malhechores para soltar al nicaragüense y las deudas que contrajo para la travesía.
