El Ministerio de la Caridad, asociación sin fines de lucro, Caritas de Jinotega, que fue creada por la Iglesia católica para atender a los más desposeídos en esta zona estaría llegando a su fin, debido a que la dictadura de Nicaragua, por medio del Ministerio de Gobernación, no ha querido dar el aval para que siga operando y no hay con qué sostenerse económicamente, afirmó una fuente bajo anonimato.
Al no tener la carta-aval de Gobernación, los organismos donantes no dan financiamiento. El año 2022 ya lo cerraron con “saldos rojos y por consecuencia la CEN (Conferencia Episcopal de Nicaragua) está solicitando el cierre de Cáritas, lo que ha sido muy doloroso para monseñor”, expresó la fuente refiriéndose al jerarca Carlos Enrique Herrera, quien es el presidente nacional de esa asociación de caridad.
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Un exdirector de Cáritas afirma que el cierre de esta oenegé sería devastadora para los más pobres, pues de esta depende directamente el hogar de ancianos San Vicente de Paul, que actualmente alberga 53 ancianos que no tienen donde vivir.
Asimismo, ayudaban con bancos de alimentos para los pobres, solventaban los costos de viajes al médico de personas con enfermedades terminales, regalaban muletas y prótesis a personas que lo necesitaban, proveía medicamentos a bajos costos en coordinación con el Instituto Juan XXIII y otras obras de caridad que la población solicitaba en la sede de Cáritas, ubicada en la Ciudad de las Brumas.
Golpeará economía
Cáritas también tenía un banco de semillas para ayudar a la producción de granos básicos en las comunidades, además ejecutaba un plan de desarrollo de agua y saneamiento y proveía créditos con intereses accesibles. De darse el cierre definitivo, esta parte de la población será fuertemente golpeada en su ya precaria economía familiar.
Una extrabajadora de Cáritas sostiene que de darse el cierre definitivo, unas quinientas personas quedarían a deriva con los proyectos que esta asociación desarrollaba con organismos donantes, pues ellos capacitaban a grupos de mujeres para que emprendieran pequeños negocios, como venta de pan, costura, aves de corral, entre otros.
Las parroquias que pertenecen a la diócesis de Jinotega capacitaban a sus agentes de pastoral gracias a la colaboración de Cáritas, centenares de ellos recibían formación sobre la caridad, derechos humanos, empoderamiento de la mujer y medios de comunicación, además que eran proveídos de algunos accesorios para desarrollarse en medios digitales.
Pérdida de empleos
El desempleo al personal de planta es inevitable. Solo en Jinotega 20 personas quedarían sin trabajo y a nivel nacional, unas 600 se irían a la calle de darse el cierre de Cáritas.
Una fuente cercana a la diócesis de Jinotega, dio a conocer que la jerarquía católica estaría moviendo sus influencias para evitar sean confiscados los edificios y vehículos de esta asociación religiosa.
La dictadura sandinista cerró el año 2022 con 3,350 oenegés canceladas por medio de la Asamblea Nacional, controlada en su totalidad por diputados oficialistas.
Por: Voces Unidas
