Tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de cerrar la frontera a los miles de nicaragüenses que llegan en busca de asilo político, el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields considera que el tema migratorio necesita «respuestas integrales» y que la medida «no basta».
«Se necesita una migración segura y ordenada, pero sobre todo humanitaria, se necesitan respuestas integrales. No basta con cerrar la frontera porque mientras tengas una dictadura criminal y asesina como la de Daniel Ortega, la gente va a seguir migrando aunque cierren la frontera. La gente siempre va a buscar cómo entrar a Estados Unidos. Se va a aumentar el riesgo de los nicaragüenses que quieran ingresar a Estados Unidos», dijo McFields a Artículo 66.
«No se va a parar la migración porque el problema no es cerrar o abrir la frontera. El problema es la dictadura criminal de Daniel Ortega y, mientras no se solucione ese problema que es la dictadura, la gente va a seguir huyendo de Nicaragua. Nadie quiere morir aplastado por una dictadura», añadió.
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El exdiplomático rebelde de la dictadura explicó que cerrar la frontera aumenta el riesgo el riesgo de los nicaragüenses porque van a buscar otras vías como entrar a la «tierra de la esperanza que para muchos de ellos es Estados Unidos».
El experto en leyes migratorias y presidente del grupo «Nicaragua Nueva Generación», Ronmell López, explicó a Artículo 66 que «parole humanitario» de Estados Unidos no es una restricción, sino una medida necesaria para facilitar la migración ordenada, valorar los casos meritorios, reducir el riesgo de tránsito con coyotes y quitar negocio y poder a las mafias que secuestran y exigen rescates para liberar a quienes emigran. También permitirá excluir a falsos demandantes de asilo que son afines al régimen y presentan pruebas falsas.
«El gobierno de EEUU continuará permitiendo la posibilidad de presentar solicitudes de asilo político. Lo que esta medida hace es implementar un nuevo procedimiento. Hay que tener en cuenta que Estados Unidos no es el único país del mundo donde se pueda pedir asilo. Tampoco Costa Rica, España y Panamá. Hay otros. Siempre hay otras vías para casos meritorios y excepcionales en los que no sea posible seguir el procedimiento, pero esos son extremadamente difíciles de conseguir. Lo mejor será informarse debidamente y seguir las indicaciones para cumplir con los requisitos», afirmó.
«TPS de la esperanza» de Estados Unidos a nicaragüenses
McFields y López coinciden que se deben redoblar los esfuerzos e insistir en la aprobación de un Estatus de Protección Temporal, «TPS de la esperanza», para los nicaragüenses que han migrado a EE.UU. en busca de asilo político a raíz de la crisis humanitaria, social, política y económica que vive el país desde abril de 2018.
«Habría que considerar también un TPS de la esperanza, un TPS para los nicaragüenses que aún están en la sombra en este país (Estados Unidos) que quieren trabajar y buscar un mejor futuro para su familia y pagar impuestos», aseguró McFields.
Migración ordenada
Estados Unidos anunció este jueves, cinco de enero, que aceptará a más de 30.000 migrantes al mes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, expandiendo así un programa por el que ya concede actualmente permisos humanitarios a venezolanos.
Con la inclusión de cubanos, haitianos y nicaragüenses se amplía el programa que EE.UU. lanzó en octubre pasado para entregar 24.000 permisos a migrantes venezolanos y, al mismo tiempo, deportar a México a quienes atravesaran la frontera sin permiso.
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«El programa de parole humanitario que se solicita en Consulado americano y que requiere aval financiero de una persona solvente en EEUU es un programa muy parecido o igual al programa de Venezuela», dijo López.
Más de 181 mil nicaragüense ingresaron en 2022 de forma irregular en Estados Unidos, según cifras oficiales del país norteamericano. La mayoría huye de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que mantiene al país sumido en una grave crisis de derechos humanos, sociopolítica y económica.