El nicaragüense Elvin Enoc Gudiel, de 29 años, falleció ahogado la mañana del miércoles, 14 de diciembre, luego de ser arrastrado por las corrientes del río Bravo que une la frontera de Estados Unidos y México, por lo que varios migrantes se ven obligados a cruzar poniendo su vida en peligro.
Gudiel era originario de El Tule del municipio de San Lorenzo, en Boaco, y había abandonado Nicaragua hace aproximadamente una semana. La organización Texas Nicaraguan Community (TNC) informó que la madre del joven perdió comunicación con su hijo desde el 12 de diciembre cuando iba rumbo a Veracruz, después de eso no supo nada más.
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TNC también asegura que la madre no tiene más detalles sobre la situación, solo ha reconocido que se trata de su hijo mediante una fotografía que muestra sus características y un tatuaje en sus costillas.
La organización se encuentra tratando de ayudar en la localización del cuerpo en el Estado de Veracruz y solicitan la colaboración de las autoridades de esa zona para poder conocer a detalle la situación. El fallecimiento del joven se dio a conocer en redes sociales y a través de medios de comunicación del lugar.
Actualmente, la cifra de migrantes nicaragüenses que fallece en su trayecto hacia Estados Unidos sigue en aumento. Son muchos los que han perecido ahogados en las temibles aguas del río Bravo, otros en accidentes de tránsito en México o bien son asesinados por delincuentes.
Este pasado 13 de diciembre, arribaron a Nicaragua los restos de Carlos Marconi Antón Catín, de 34 años, otro ciudadano que falleció intentando llegar a Estados Unidos en busca de mayores oportunidades laborales. Antón fue asesinado por delincuentes mexicanos de un balazo y calcinado en la ciudad de Chahuites, en Oaxaca, México.
Para lograr la repatriación, los familiares del joven realizaron una colecta para reunir los cinco mil dólares para los trámites. La tragedia ocurrió el pasado cinco de noviembre, cuando Carlos Antón Catín salió «a ganarse algo de dinero vendiendo en las calles pan y café para continuar su viaje y ya no regresó» al sitio donde se encontraba viviendo temporalmente.