El padre Edwing Román, una de las voces religiosas críticas del régimen de Nicaragua, lamentó la acusación por menoscabo y noticias falsas contra monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa.
El expárroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya admiró la mesura con la que el religioso enfrentó la audiencia preliminar impuesta por la dictadura orteguista. «Su mirada y su frente en alto refleja la dignidad de los nicaragüenses», expresó.
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Sin embargo, el cura tildó de «títere a sueldo» a la sancionada jueza Karen Vanessa Chavarría, del Juzgado Noveno Distrito Penal de Juicio de Managua, quien estará a cargo del proceso penal y político en contra de monseñor Rolando Álvarez.
«(…) cubre su rostro para no ser identificada (…) Solo para sus fechorías utilizan cubrebocas», señaló el Román, quien agregó que al igual que otros judiciales del régimen de Nicaragua, «de pronto la vemos —a Karen Chavarría— pidiendo asilo».
Edwing Román, junto a monseñor Silvio Báez —ambos exiliados en Estados Unidos— están en el grupo de religiosos que no ha cesado de demandar la libertad del también administrador apostólico de la Diócesis Estelí y la de todos los sacerdotes y laicos presos, vinculados con la Iglesia católica.
Chavarría, la fiel servidora de Daniel Ortega
En cuanto al trabajo de la jueza Chavarría, esta ha sido la encargada de sentenciar a Cristiana Chamorro, Pedro Joaquín Chamorro y extrabajadores de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Además, de haber procesado a rehenes de conciencia como Ana Margarita Vijil, Miguel Mendoza y María Fernanda Flores.
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A partir de 2018, la funcionaria tomó un papel más relevante dentro de las filas del Poder Judicial de Nicaragua. Antes se desempeñaba como jueza del octavo penal de audiencia, pero en julio de 2018 sustituyó a la jueza Indiana Gallardo, que fue despedida por la Corte Suprema de Justicia por permitir el ingreso de familiares de tres jóvenes de Matagalpa que habían sido capturados durante las protestas.
Su simpatía con el régimen de Daniel Ortega ha quedado en evidencia mediante fotografías donde se ha observado portando la bandera rojinegra y alzando la bandera del partido de turno en sus manifestaciones.