La justicia de Nicaragua le fabricó tres delitos al sociólogo y analista político nicaragüense Óscar René Vargas, uno de los más recientes presos políticos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, actualmente cautivo en «El Nuevo Chipote», en Managua.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó a través de su cuenta de Twitter sobre la acusación contra el también economista.
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Los delitos que la Fiscalía le está imputando a Vargas son conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, provocación para cometer rebelión y propagación de noticias falsas.
«Continúan farsas judiciales», denunció el Cenidh; a la vez calificó de «trámite machotero», la acción del Ministerio Público (MP) que trabaja bajo los intereses del régimen orteguista.
La audiencia inicial fue programada para el nueve de diciembre, a las nueve de la mañana. Según la cédula judicial de notificación, el juicio se realizará en «la sala que para tales efectos asigne la Oficina de Audiencias (OGA)».
Ante este proceso, tildado de anómalo, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos exigió la libertad inmediata para Óscar René Vargas, además de demandar el cese de la represión contra los nicaragüenses.
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Vargas, de 77 años, fue detenido el 22 de noviembre, «con lujo de violencia y agresividad», según denunció el Cenidh, mientras se encontraba en la casa de su hermana en el momento de su «secuestro».
La detención en contra del crítico de la dictadura de Ortega-Murillo ocurrió tras su regreso de Costa Rica, país donde estuvo asilado, debido a las constantes amenazas en su contra.


El opositor solo daba entrevistas por vía telefónica y sin exponerse ante las cámaras como una medida de seguridad para evitar ser encontrado por el régimen Ortega-Murillo.
El opositor engrosa la lista de presos políticos en Nicaragua, que según datos de organismos defensores de derechos humanos, está llegando a más de 230 rehenes de conciencia, acusado por delitos comunes o por «traición a la patria».