A finales de septiembre pasado llegó a Juigalpa el circo Emperador-Farolito y sus integrantes traían grandes expectativas para esta ciudad, sin embargo, las constantes lluvias derribaron los planes de los artistas y ahora, enfrentan serias dificultades económicas que no les permiten ni siquiera trasladarse de lugar.
El circo se ubicó en el barrio San Antonio, de Juigalpa, y después de su instalación comenzaron a anunciar la primera función, pero la asistencia del público fue muy reducida e iniciaron a implementar una serie de estrategias que no dejaron resultados positivos, porque la lluvia no les permitió trabajar.
Reynaldo Antonio Urbina González, conocido como el payaso “Terremotín”, es el representante del circo. Compartió el drama que están enfrentando en Juigalpa, donde la población no los ha respaldado a pesar que entre los habitantes del barrio San Antonio regalaron 100 boletos.
Espectáculos ambulantes
Ante la escasez de dinero, Urbina González, que es una persona con discapacidad, decidió salir todas las mañanas del circo para hacer reír a los pasajeros de los buses que viajan a Zelaya Central, Río San Juan y a los municipios de Chontales. El dinero que reúne lo destina a la compra de alimentación para sus dos hijos menores.
“Me subo a los buses a contar mis (chistes) y luego, los pasajeros me ayudan económicamente. La gente me regala cinco córdobas, 10 o 50 centavos y al caer la tarde, logro reunir para la comida de los chavalos”, contó Terremotín.
Urbina González dice que ante la crisis económica que enfrenta el circo, el dueño decidió irse a buscar un empleo fuera del país para sobrevivir y mejorar el circo. “Aquí nos quedamos haciendo la fuerza tres artistas”, dice.
“Mi vida ha sido el circo y es mi fuente de empleo. Es cierto, estamos pasando malos momentos, pero tengo la fe en Dios que nuestra situación va a mejorar, por eso trabajo en los buses para ganarme el sustento de cada día de mis hijos y el mío de forma honesta”, afirma Urbina González.
Lejos de la familia
“Bombeta” tiene seis meses de no ver a su familia. Su nombre es Jeisú Antonio Solís Quiroz. El artista circense considera terrible la situación que enfrentan en Juigalpa y en medio de las dificultades han decidido “jugársela” en los buses y ganar dinero de manera honesta para comer al menos arroz y frijoles.
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“Bombeta” confesó que por la falta de dinero no ha logrado viajar a la capital a ver a su mamá y tiene más de seis meses de no ir a su casa. Le notificaron que su mamá se encuentra enferma y requiere ir al médico.
Los miembros del circo Emperador-Farolito tienen planes para trasladarse a la comunidad de Puerto Díaz, que se ubica a unos 30 kilómetros al oeste de Juigalpa. Ahí creen que podrían salir de la mala racha.