Los dirigentes campesinos Medardo Mairena, Pedro Mena y Freddy Navas; junto a los líderes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez, cumplen este jueves, 17 de noviembre, 500 días de permanecer cautivos en las celdas del Complejo Policial Evaristo Vázquez, conocido como «El Nuevo Chipote», un lugar donde reciben tratos crueles, inhumanos y degradantes, según denuncias de los familiares de los presos políticos.
Los cinco presos políticos fueron detenidos el cinco de julio de 2021 a pocos meses de las elecciones presidenciales de noviembre de 2021, en una jornada de cacería de opositores que incluyó a siete aspirantes presidenciales que intentarían arrebatarle desde las urnas la Presidencia de Nicaragua al dictador Daniel Ortega.
Los tres líderes campesinos fueron detenidos en sus viviendas de forma violenta y es la segunda vez que sufren cárcel por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. En 2018, fueron acusados de supuesto terrorismo y Mairena fue sentenciado a 216 años de prisión. En 2021, los señalaron de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional».
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En el caso de los líderes estudiantiles, la Policía al servicio de la dictadura de Daniel Ortega allanó la casa de seguridad en donde se encontraba el universitario Max Jerez, presidente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) y miembro de la Alianza Cívica.
En simultáneo, las fuerzas policiales también irrumpieron en la vivienda familiar y secuestraron al líder universitario Lesther Alemán, dirigente de AUN y uno de los rostros opositores conocidos por su aparición en aquella mesa del Diálogo Nacional, en el 2018, donde enfrentó a Daniel Ortega y le gritó una frase que le significaría la peor afrenta al dictador: «¡Ríndase!».
Los líderes estudiantiles y campesinos enfrentaron juicios viciados por «traición a la patria». Max Jerez, Lesther Alemán y Medardo Mairena fueron sentenciados a 13 años de cárcel; y Freddy Navas junto a Pedro Mena condenados a 10 años de prisión cada uno.
Los cinco presos políticos fueron presentados entre el 31 de agosto, primero y dos de septiembre de este año. El régimen los exhibió ante sus medios de propaganda y fue la primera vez, en más de un año de cautiverio, que fueron vistos a través de las cámaras del oficialismo por la ciudadanía nicaragüense. Todos los presos políticos presentan pérdida de peso y serios problemas de salud que no son atendidos.
Además, han pasado 83 días desde la última visita a los presos políticos de «El Nuevo Chipote». Familiares de los opositores demandan a Ortega-Murillo «una prueba de vida» de sus parientes encarcelados.
También exigieron a la administración orteguista que permita el ingreso de organismos internacionales a los centros penitenciarios de Nicaragua, en especial, a las celdas del «Nuevo Chipote», para que constaten la situación de salud y física de sus parientes detenidos.