En el marco del Día Internacional de la Libertad Religiosa, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para asuntos del hemisferio occidental, Brian Nichols, recordó que en Nicaragua el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo viola ese derecho fundamental en el país al mantener una persecución feroz contra la Iglesia católica.
Ortega mantiene en prisión a una docena de religiosos, diáconos y seminaristas de las Diócesis de Matagalpa, Siuna, Granada y de la Arquidiócesis de Managua. También está en «casa por cárcel» en obispo Rolando Álvarez, una voz crítica que señalaba y denunciaba las violaciones a los derechos humanos en el país.
El funcionario norteamericano citó un tuit del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, sobre el Día Internacional de la Libertad Religiosa donde señala que «volvemos a comprometernos a hacer realidad esta libertad que disfrutamos para todos, en todas partes».
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«Ortega-Murillo continúa reprimiendo la libertad religiosa en Nicaragua, como se ve en las detenciones de clérigos asociadas con la persecución de Rolando Alvarez. El régimen silencia todas las voces independientes. Todos los presos políticos de Nicaragua deben ser liberados ahora», escribió Nichols en su cuenta de Twitter.
En su brutal arremetida contra los religiosos, Ortega a unos los ha acusado de delitos comunes y a otros por «conspiración para el menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas».
Ortega «atenta» contra la libertad religiosa
Los informes de 2019 a 2021 sobre libertad religiosa de la Comisión Internacional para la Libertad Religiosa de EE.UU. (USCIRF, por sus siglas en inglés) acusaron al régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo de atentar contra la libertad religiosa y de culto de los nicaragüenses, al tiempo que condenó las agresiones de partidarios fanatizados contra la Iglesia.
El informe explica que si bien el dictador Daniel Ortega asume que en el país existe «libertad religiosa» y que su régimen se manifiesta en la propaganda como «cristiano»; muchos líderes de la Iglesia católica manifiestan que la dictadura está «politizando la religión» y utiliza el lenguaje propio del cristianismo para manipular a la opinión pública.
El documento sobre libertad religiosa de la administración estadounidense responsabiliza a Daniel Ortega de exacerbar el ánimo de sus partidarios fanatizados; quienes empujados por su discurso de odio contra la Iglesia emitido el 19 de julio de 2018, cuando llamó a los obispos «golpistas» y «terroristas»; dio apertura para que se hicieran sistemáticos los actos de hostigamiento contra la Iglesia, los obispos, sacerdotes e instituciones católicas.
El dictador Ortega arremetió en septiembre pasado contra la Iglesia católica que dirige el papa Francisco. La acusó de no practicar la democracia, de ser una «dictadura» y una «tiranía perfecta» y de haber utilizado «a sus obispos en Nicaragua para dar un golpe de Estado» a su régimen en 2018.