El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ve la situación de Nicaragua como «trágica y repugnante» ante el cierre de radios católicas, el arresto del obispo Rolando Álvarez y sacerdotes, la expulsión de monjas del país y la prohibición de festividades religiosas. Ante esta situación, afirma que el país suramericano abrirá sus puertas para otorgar asilo político a los perseguidos por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Brasil no se quedará de brazos cruzados ante otro episodio de esta diabólica persecución contra los cristianos promovida por la dictadura socialista de Nicaragua. Estamos listos para acoger a los sacerdotes y monjas perseguidos, facilitándoles aún más su ingreso y radicación en nuestro país», refirió el mandatario horas después de su discurso en la Asamblea General de la Naciones Unidas (ONU), donde también condenó la situación del país centroamericano.
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A través de sus redes sociales, Bolsonaro refirió que «como lo hicimos cuando recibimos a ucranianos, venezolanos, haitianos y cristianos de Afganistán, ofreceremos asilo a quienes actualmente están siendo agredidos por el dictador Daniel Ortega, en la certeza de que todos serán recibidos por Brasil y nuestro pueblo con la dignidad y el apoyo que merecen».
Destaca que lo que ocurre ahora en Nicaragua es «una alerta al mundo sobre la inminencia de atropellos aún más graves e inhumanos. Al fin y al cabo, ¿si no se respeta hasta a las iglesias, cuya labor religiosa y social son fuente de dignidad para las personas, quienes serán inmune a esto?».
«La situación en Nicaragua es trágica y repugnante. Se cierran radios, se arresta a obispos católicos y se expulsa del país a monjas de la orden de la Madre Teresa de Calcuta. Son escenas tristes, pero que algunos, por afinidad ideológica, prefieren dar la espalda e ignorar», agregó el mandatario brasileño.
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Esta mañana, Bolsonaro siguiendo la tradición de la ONU, fue el primero de los jefes de Estado y de Gobierno en intervenir ante la Asamblea General, condenó las persecuciones religiosas que existen en el mundo y citó el caso de Nicaragua.
«Quiero anunciar que Brasil abre sus puertas para acoger a los sacerdotes y monjas perseguidos en Nicaragua», declaró durante su intervención en el plenario de la ONU, quien es un firme defensor de los valores conservadores asociados al cristianismo.
Bolsonaro concluye en sus redes sociales afirmando que «como máximo dirigente de Brasil, país que siempre ha defendido y promovido la libertad religiosa y está orgulloso de su formación cristiana, me siento obligado a denunciar esta diabólica persecución. No solo por lo que representa hoy, sino por lo que puede representar en un futuro próximo».