El padre Manuel Salvador García, quien fuera párroco de la iglesia Jesús de Nazareno, en Nandaime, cumple 102 días preso en el Sistema Penitenciario de Granda, conocido como «La Granja», tras ser condenado por dos supuestos delitos.
El 22 de junio, el religioso fue condenado primeramente a dos años de prisión por el delito de amenazas con arma contra cinco personas, mismos que son identificados como simpatizantes del Frente Sandinista y que llegaron el 30 de mayo a las afuera del templo a gritarle y a amenazarlo.
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La acusación y primera sentencia contra el padre Manuel García se basó en un vídeo del 30 de mayo divulgado en redes sociales donde el párroco salió con un machete, a advertirles a la turba de sandinistas que si ingresaban a su morada, él se iba a defender con el machete.
Un mes después —el ocho de julio— el sacerdote García fue por segunda vez judicializado, esta vez la jueza Ana Xóchitl Fonseca del Juzgado de Distrito Especializado en Violencia de Granada, lo sentenció a dos años y ocho meses de cárcel por los delitos de lesiones físicas y psicológicas en perjuicio de Martha Candelaria Rivas.
Cabe señalar que la supuesta víctima se negó a denunciar al padre, «rectificando» los hechos, por lo que la justicia de Ortega la detuvo, acusó y condenó por el supuesto delito de «falso testimonio».
Preso hasta el 2026
Sumando las dos condenas contra el padre Manuel Salvador García, este está cumpliendo las sentencias en el Sistema Penitenciario de Granada.
El padre Manuel García fue detenido el primero de junio, siendo el primer religioso a quien la dictadura orteguista mantiene tras las rejas acusándolo de delitos comunes. El sacerdote se suma a más de 200 presos políticos en Nicaragua.
Iglesia guarda silencio
Artículo 66 ha intentado en reiteradas ocasiones comunicarse con jerarcas religiosos de Granada, con monseñor Jorge Solórzano Pérez, obispo de la Diócesis de Granada, monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua y con el cardenal Leopoldo Brenes, sin embargo han evitado dar declaraciones.
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Hasta el momento se desconoce de la situación actual que vive el padre García, luego que fue puesto tras las rejas, pese a que según testigos, es una «maniobra» del régimen de Ortega para secuestrarlo.
La misma situación que atraviesa el religioso la están viviendo otros ocho sacerdotes que fueron detenidos el 19 de agosto, luego que estuvieron por 15 días encerrados junto a monseñor Rolando Álvarez en la Curia de Matagalpa.
Tras el asalto a la Curia Episcopal de Matagalpa, lo único que se conoce es que los sacerdotes, seminaristas y laicos es que se encuentran recluidos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua y que fueron llevados a una «audiencia secreta», pero se desconoce cómo está su situación actual.
Organismos de derechos humanos, grupos opositores y la comunidad internacional han exigido al gobierno de Nicaragua liberar a todos los presos políticos, los que fueron detenidos antes y después de las protestas sociales del 2018, acusándolos de delitos comunes o por supuesta «traición a la patria».
