Durante su homilía desde la Catedral Metropolitana, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, exhortó a los nicaragüenses a seguir orando por la situación que atraviesa Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega. «Sigamos orando para que el Señor nos siga bendiciendo», expresó.
Recordando las palabras del papa Francisco durante el ángelus la mañana de este domingo, Brenes señaló que «el santo padre envió un saludo (…) a todos nosotros los nicaragüenses ante las situaciones que hemos vivido en esta semana y nos invita a la oración, al diálogo y también a la protección de nuestra madre la santísima virgen María».
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En relación al texto bíblico, donde Jesús habló que muchos serán llamados y posos los escogidos, el prelado dijo que «muchas veces no nos gusta que nos llamen la atención, no sentimos mal que nos llamen la atención, pero la palabra de Dios nos llama la atención y eso nos molesta».
«Pero nos damos cuenta que ese llamado de atención siempre es una manifestación de amor, una manifestación de cariño de parte de Dios con todos nosotros», recalcó.
Aludiendo a la situación que atraviesa la Iglesia católica en Nicaragua, Brenes expresó que ser un discípulo del Señor implica un sacrifico. «El ser discípulo del Señor implica sacrifico, implica parecernos más y más a Jesús y hacer de Jesús nuestra identidad y tenerlo a él como el centro de nuestras vidas».
«La vida del cristiano no es en grandes cosas, sino en sacrificio, en bondad y sencillez. El señor quiere una sencillez y humildad, la puerta para ir al cielo no esta echa para una sola persona sino para todos», enfatizó.
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Por otra parte, el cardenal animó a los nicaragüenses a «nunca» dejar de orar ni perder la esperanza. «En momentos de silencio, en momentos de oscuridad, sabemos que siempre el Señor y nuestra madre la santísima virgen María están muy cerca de nosotros».
El máximo representante de la iglesia católica en Nicaragua culminó la misa llamando a no dejar de orar. «Hay que orar siempre, con insistencia (…) A veces vemos como un túnel que no tiene salida, sin embargo con el rezo del santo rosario y la intercepción de nuestra madre, la santísima virgen María siempre tendremos el consuelo y cercanía. Así que no desanimarnos y seguir siempre adelante».
La Iglesia católica en Nicaragua está atravesando sus momentos más difíciles, luego que la dictadura de Daniel Ortega arremetiera en su contra, encerrando en sus cárceles a sacerdotes católicos e impidiendo la libertad de culto. Actualmente mantiene privado de libertad a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y al menos a ocho sacerdotes más.