Luego que el martes, 16 de agosto, el Consejo Supremo Electoral (CSE), controlado por el régimen de Daniel Ortega, convocó en secreto a los comicios municipales para el seis de noviembre, Olga Valle, directora del Observatorio independiente Electoral Urnas Abiertas, señaló que el llamado tardío obedece a los intereses del gobierno nicaragüense.
«Desde al año dos mil nunca se había convocado con tan poco tiempo de anticipación. Hay que recordar que desde que Daniel —Ortega— regresó al poder las elecciones han venido disminuyendo el tiempo de convocatoria, pasando de 12 a seis meses y en esta ocasión las está convocando con menos de tres meses», explicó Valle.
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Desde la perspectiva de Urnas Abiertas, la disminución de los tiempos tiene por objetivo limitar la participación ciudadana verdadera y la fiscalización que se pueda hacerse al proceso.
Ante el desconocimiento del calendario electoral oficial, así como las fechas de la verificación ciudadana, Olga Valle indicó que Ortega intenta hacer un «proceso electoral exprés» para evitar mayores cuestionamientos.
Refirió además que en el calendario preliminar que se estuvo distribuyendo a los partidos colaboracionistas no se ha incluido la fecha de la verificación ciudadana «que a pesar de su importancia para depurar el padrón electoral, no está reglamentada en la Ley Electoral para que le permita al Consejo —Supremo Electoral— ejecutarla con total discrecionalidad».
En cuanto a la forma de operar de los comités electorales, la experta dijo que lo que se sabe es que en algunos municipios ya han empezado a trabajar. «Todo esto se ha hecho al margen de la convocatoria oficial o de cualquier disposición pública que haga el Consejo Electoral», mencionó.
Proceso electoral carente de legitimidad
A menos de tres meses de las elecciones municipales, Urnas Abiertas refiere que no se espera que sea un proceso electoral legítimo «y por lo tanto hay muy pocas expectativas de participar o de los resultados».
Según Valle, desde el Observatorio Ciudadano de Urnas Abiertas siguen articulando con diferentes redes territoriales para poder seguir fiscalizando y denunciando las anomalías en los comicios.
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«Para la ciudadanía no es un proceso en el que esperan participar ni del que se espera que se respete la voluntad popular en las elección de las autoridades locales», explicó la directora del Observatorio.
Agregó que estos procesos electorales no cuentan con ninguna garantía ni principios democráticos para poderlos considerar legítimos, trasparentes e íntegros, «por el contrario, Ortega ha incrementado la violencia política; en los últimos días hemos visto los cierres masivos de organizaciones sociales, de medios de comunicación y la persecución a la Iglesia católica».
«Unas elecciones justas, transparentes, legítimas tienen que hacerse en el respeto absoluto de las libertades fundamentales, y esto es una de las principales señales de que el régimen no tiene voluntad política para hacer un proceso adecuado para la elección de las autoridades locales», recalcó Olga Valle.
La experta concluyó que es posible que Ortega esté apuntando a controlar las 153 alcaldías del país, lo que es preocupante porque «este control totalitario al que apunta el Frente Sandinista viene en detrimento de las condiciones de vida de la población y provocará mayores retrocesos en las condiciones sociales y económicas de la ciudadanía».
Para las próximas elecciones están llamados a participar unos 4.4 millones de ciudadanos, sin embargo hasta el momento no se respira en el país un ambiente cívico, al contrario, lo que se vive es asedio y más represión por pate de la dictadura de Ortega.
