La eurodiputada Soraya Rodríguez demandó al régimen de Daniel Ortega la inmediata liberación de los presos políticos y el cese de los ataques contra la Iglesia católica.
La demanda de la parlamentaria se da un día después del secuestro —el domingo 14 de agosto— contra el padre Oscar Benavidez, párroco de la iglesia Espíritu Santo, en Mulukukú, quien es el tercer sacerdote detenido por la justicia nicaragüense.
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«Nadie está a salvo en Nicaragua, en la dictadura del terror y represión de Ortega. Pedimos la libertad inmediata de todos los presos políticos, el cese de los ataques a la iglesia católica y libertad de los sacerdotes detenidos», demandó Rodríguez, a través de su cuenta oficial de Twitter.
A como lo han hecho opositores, defensores de derechos humanos y la comunidad internacional, la eurodiputada exigió «justicia y libertad para el pueblo de Nicaragua».
«Es necesario recordarlo, Nicaragua es una dictadura. La dictadura de Ortega y Murillo que solo es capaz de ofrecer al pueblo de Nicaragua represión y sufrimiento», recalcó la también abogada.
Demandan más sanciones para Ortega
Por su parte, el partido político Ciudadanos Europa exigió este lunes, 15 de agosto, duras sanciones económicas que «asfixien el entramado de Ortega», quien no cesa la represión en el país.
En cuanto a las votaciones del siete de noviembre de 2021, en el que Ortega se impuso en el poder por otros cinco años, Ciudadanos afirmó que «Nicaragua es un Estado policial de impunidad estructural. No reconocemos la farsa electoral ni ninguna legitimidad de sus resultados».
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Soraya Rodríguez también envió un mensaje de solidaridad a todas las familias de los presos políticos. Aseveró que hay esperanza de que «la Unión Europea pueda contribuir a una salida pronta y pacífica a esta profunda crisis».
Citando al poeta Ernesto Cardenal, en tiempos de Somoza, la eurodiputada afirmó que «todas las noches en Managua, la casa presidencial se llena de sombras», en relación a la crisis política que vive el país.
Además pidió que se incrementen mecanismos de protección a defensores de derechos humanos y periodistas «que aún resisten en Nicaragua. Queremos que se mantenga la ayuda humanitaria, pero que ninguna financiación internacional de la Unión Europea y de sus estados miembros lleguen a manos de este régimen corrupto».
Rodríguez se suma a la demanda y condena generalizada de la comunidad internacional por el recrudecimiento del asedio y represión en contra de la Iglesia católica y la oposición en Nicaragua.