El padre Fernando Isaías Calero Rodríguez, párroco de la iglesia Nuestra Señor de Fátima, en Rancho Grande, Matagalpa; denunció que la mañana de este 14 de agosto, la Policía al servicio del régimen de Nicaragua le impidió la salida del municipio y le quitó los documentos del vehículo, así como su licencia de conducir.
El sacerdote señaló que la nueva agresión del aparato policial se dio cuando se dirigía con un grupo de laicos hacia el encuentro de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima, actividad que se realizó en Matagalpa; sin embargo, fue «detenido por autoridades policiales en el municipio El Tuma, La Dalia. «Nos han revisado a todos de manera incorrecta», aseguró.
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«Nos revisaron como si fuéramos delincuentes; no nos han permitido el pase hacia Matagalpa para participar de la santa eucaristía, que se llevaría a cabo hoy a las 10 de la mañana», denunció.
Además de regresarlo, los oficiales de la dictadura le quitaron la circulación y seguro del vehículo, así como la licencia de conducir. «Hemos quedado sin ninguna documentación para el vehículo», subrayó el prelado.
«La agresión no es solo contra mí como sacerdote, sino también a otros muchos hermanos que han sido asediados por las autoridades», agregó el líder religioso, quien manifestó que fueron custodiados por tres patrullas de la Policía.
Las autoridades orteguistas también le manifestaron a Calero que si realiza algunas actividades religiosas fuera de Rancho Grande, «que mejor nos regresáramos», denunció el religioso.
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Ante la hostil situación, el párroco invitó a la feligresía a seguir orando «fuertemente porque el maligno anda atacando a la Iglesia. El maligno quiere destruir la fuerza del evangelio, esa palabra que es la verdad del mismo Jesús, ese Jesús que quiere anunciar la verdad del reino celestial».
Citando la historia bíblica del profeta Jeremías que fue objeto de oprobio, el prelado dijo que «hoy en día también estamos siendo asediados, sin embargo contamos con la fuerza y la presencia de Dios en cada uno de nuestros corazones».
Al igual que ha llamado monseñor Rolando Álvarez y otros sacerdotes víctimas de la represión gubernamental, el padre Calero insistió que se debe orar frecuentemente «para vencer las asechanzas del enemigo que día a día quiere quitarnos la paz, quiere quitarnos el amor y quiere arrebatarnos el evangelio de Cristo que está en nuestros corazones».