Desde el encierro forzado en la Curia Episcopal de Matagalpa, al que ha sometido el régimen de Daniel Ortega a Monseñor Rolando Álvarez, el obispo ofició una misa la mañana de este domingo, 14 de agosto, donde llamó a los nicaragüenses a seguir orando por él y por los sacerdotes y laicos que lo acompañan.
El religioso expresó su alegría por el recibimiento que decenas de feligreses le hicieron al venerada imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima en la iglesia Catedral San Pedro.
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«Con la alegría que nos da el Señor resucitado, vencedor de la muerte, de las tinieblas, de las oscuridades. Luz del mundo que brilla y que ilumina, de haber saludado, recibido y dándole la bienvenida a nuestra Señora de Fátima que acompañará todo el caminar de nuestro segundo sínodo diocesano, con esa alegría en el corazón que viene de Cristo y que nada ni nadie nos la puede quitar», dijo.
El administrador apostólico de la Diócesis de Estelí recordó los períodos de oración a los que ha llamado por el restablecimiento de la paz en Nicaragua y el cese de la represión contra la Iglesia y el pueblo nicaragüense.
Agradeció también a todos los sacerdotes que han «orado por nosotros en estos 11 días de encierro forzado que vivimos desde la Curia Episcopal». Afirmó que sus vidas están en las manos de Dios.
Por otra parte, el jerarca invitó a estar pendientes da las ocho de la transmisión a través de la página de la Diócesis de Matagalpa para rezar el rosario.
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A más de una semana de encierro forzado, el rostro de Álvarez luce cansado, al igual que el de las otras personas que lo acompañan, sin embargo el religioso ha llamado a no desfallecer.
Pese a que no pudo asistir a la catedral San Pedro, decenas de feligreses vitorearon su nombre. Asimismo, monseñor Edgar Sacasa expresó que «la Iglesia está en una encrucijada. ¡Nuestro obispo Álvarez nos duele!», y demandó respetar la vida del prelado.