El sacerdote Edwing Román aseguró a la prensa católica que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo está en una etapa «agonizante» desde que entró en una fase de abierta persecución religiosa contra la Iglesia nicaragüense.
«Las noticias sobre la persecución a la Iglesia en Nicaragua han cobrado relevancia internacional. Y a su vez, una espada de doble filo para la agonizante dictadura que cada vez se desenmascara más ante el mundo», expresó el expárroco de la Iglesia San Miguel de Masaya a la agencia de noticias católica Aleteia.
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Román, descendiente del héroe nacional Augusto C. Sandino y originario de Niquinohomo, manifestó que la persecución a la Iglesia debe ser vista por los nicaragüenses como un momento para consolidar la oración y fortalecer las vacaciones sacerdotales en el país.
«Las redes sociales es un modo para mí para evangelizar, animar, consolar y denunciar las injusticias en mi país. Sea la persecución un tiempo privilegiado para orar con más insistencia, fortalecer más la fe, sufrir con el que sufre. Y es tiempo en que el dueño de la mies estará haciendo germinar muchas vocaciones sacerdotales», dijo el religioso, quien permanece exiliado en Miami (EE. UU.) desde 2021 y ejerce el ministerio pastoral en la parroquia Santa Agatha de dicha ciudad.
Asedio a monseñor Álvarez
El padre Edwing Román recordó que conoce a monseñor Rolando Álvarez desde la década de los años 80, cuando era un joven líder de la Pastoral Católica de Jóvenes que fue acosado bajo el gobierno de la revolución sandinista (1979-1990).
«A monseñor Álvarez le conozco desde antes que él entrara al seminario. Ya era un perseguido por los sandinistas en los años 80 por coordinar grupos juveniles católicos a nivel nacional. Es un verdadero pastor que conoce a sus ovejas. Y las ovejas le conocen a él a imagen de Jesucristo “el buen pastor”» , dijo Román.

Para el sacerdote, monseñor Álvarez vive el cerco policial que le ha impuesto el régimen orteguista con serenidad y sin odios.
«Ante esta situación, vive serenamente, con alegría cristiana, sin odio, orando y ayunando por el pueblo de Dios y por quienes levantan contra él falsos testimonios», subrayó el sacerdote, que confió en que la Santa Sede encuentre una solución con el fin de evitar el exilio del obispo de Matagalpa.
El padre Román expresó su confianza de poder regresar a Nicaragua porque «la dictadura caerá. “Eterno es Dios», finalizó.