Organismos de derechos humanos y grupos opositores al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo condenaron y repudiaron el asalto policial a la Capilla Niño Jesús de Praga, en el municipio de Sébaco, del departamento de Matagalpa, así como la agresión a feligreses que llegaron a apoyar al padre Uriel Vallejos, quien está al frente de la parroquia Divina Misericordia de esa localidad.
La dictadura también ordenó al Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) cerrar seis emisoras más que estaban a cargo de la Diócesis de Matagalpa, dirigida por monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos perseguidos por el régimen de Nicaragua.
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El Colectivo de Derechos Humanos, Nicaragua Nunca Más, afirmó que la violenta e ilícita acción de los agentes del Estado es parte de la persecución contra la Iglesia católica, «con la cual se descarga odio y venganza porque dicha Iglesia está firmemente comprometida con la población oprimida por un estado de terror que desde hace más de cuatro años mantiene una sistemática persecución con graves violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad».
El organismo también repudió la represión por parte de policías y paramilitares contra feligreses que acudieron «al llamado de auxilio del párroco Uriel Vallejos».
En guerra contra la libertad de expresión
Por su parte, Marlon Caldera, integrante del Consejo Político la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) expresó a nombre del bloque opositor la condena a la «jornada represiva desmedida» de la dictadura Ortega y Murillo contra la Iglesia católica.
«El régimen el día de hoy (lunes) ataca una vez más a la Iglesia católica de Nicaragua y reafirma su guerra decidida en contra de la libertad de expresión con la cancelación y cierre de ocho medios de comunicación de la Diócesis de Matagalpa y reafirma el desprecio por la ciudadanía al atacarles indiscriminadamente».
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«La Policía ha sobrepasado todos los límites, disparando y lanzando gases lacrimógenos en contra de una población desprotegida que apoya al párroco Uriel Vallejos, entre ellos niños, niñas y personas de la tercera edad».
Demandan más apoyo del Vaticano
Otro de los organismos de oposición en condenar este nuevo ataque fue la Plataforma Juntos por Nicaragua (JPN). «Condenamos enérgicamente las acciones de la dictadura Ortega-Murillo contra la Iglesia católica del Departamento de Matagalpa, no solo por la cancelación de las frecuencias radiales, sino también por el asedio contra el padre Uriel Vallejos y otros pastores de la zona», dice el pronunciamiento.
JPN afirmó su empatía con los obispos y sacerdotes nicaragüenses y demandó a la comunidad internacional una mayor beligerancia sobre la situación en el país. Además, hicieron un llamado a las instancias del Vaticano para que haya un mayor apoyo a la jerarquía eclesiástica de Nicaragua.
En tanto, la Alianza Cívica por la Justicia y a Democracia pidió unirse a la jornada de ayuno y oración por la Iglesia católica y los presos políticos. «Eleva tus oraciones a nuestro Padre celestial por la libertad a los presos políticos, en respaldo a nuestra Iglesia católica y por la libertad de Nicaragua».
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«Enciende una vela por la libertad de Nicaragua y en apoyo a la Iglesia católica. Sube una foto exigiendo libertad, justicia y democracia y usa: #AyunoyoraciónPorNicaragua #LibertadParaNicaragua #LibertadParaLosPresosPoliticos SOSNicaragua #TúReinarásenNuestroSuelo #03Agosto», agregó.
Hasta el momento se desconoce la situación del padre Uriel Vallejos. Los máximos jerarcas de la Iglesia católica no se han pronunciado ante la nueva embestida por parte del gobierno de Nicaragua.
