En ocasión al Día del Estudiante en Nicaragua, que se conmemora cada 23 de julio y en el que se recuerda la masacre ejecutada por la guardia somocista en 1959, la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) señaló que la misma historia se ha repetido con la nueva dictadura de Ortega que «masacró y encarceló» a decenas de estudiantes en las protestas sociales del 2018.
El bloque opositor, integrado también por estudiantes —algunos presos políticos y otros obligados al exilio— afirmó que la dictadura orteguista ha sido igual y peor que la de Somoza, «pervirtiendo la institucionalidad del Estado de Nicaragua».
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«Ha eliminado la autonomía universitaria, ha dictado la muerte civil contra centenares de estudiantes universitarios al anular sus expedientes académicos, ha convertido las aulas universitarias y de secundaria en espacios de propaganda oficial y ha confiscado universidades», enumeró.
También recordó que el régimen de Nicaragua, a través de la Policía, mantiene secuestrados a decenas de estudiantes nicaragüenses en las diferentes cárceles del país «y miles se han visto obligados a exiliarse».
«Así como el somocismo ordenó disparar contra los estudiantes en León hace 63 años —una manifestación estudiantil que se realizaba en la ciudad de León en repudio a los crímenes de la dictadura—, el régimen sandinista lo ha hecho nuevamente, contra los estudiantes y el pueblo», recalcó.
Pese a la actual represión y manipulación que viven algunos sectores estudiantiles en Nicaragua a manos de la dictadura de Daniel Ortega, la Unab hizo énfasis en que «en las distintas etapas de nuestra historia moderna, el movimiento estudiantil universitario y de secundaria ha sido un protagonista indispensable en la lucha por la democracia, las libertades, los derechos ciudadanos y por sus reivindicaciones propias como la autonomía universitaria».
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«El movimiento estudiantil fue clave en la lucha contra la dictadura somocista y ha sido fundamental en la lucha que libramos contra el actual régimen que ahora sojuzga Nicaragua», remarcó.
Hasta la fecha la dictadura de Ortega mantiene cautivos a decenas estudiantes y líderes universitarios, acusados por delitos comunes o por supuesta «traición a la patria», entre los que están Samantha Jirón, Max Jerez, Lesther Alemán, Yader Parajón y Muamar Vado.
Una de las acciones represivas de la dictadura contra los estudiantes fue la masacre a la iglesia Divina Misericordia en Managua, el 13 de julio de 2018, donde se refugiaron un grupo de estudiantes que se habían atrincherado en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (Unan), siendo asesinado el joven universitario Gerald Vásquez. Todos los crímenes cometidos siguen en la impunidad.