Los estudiantes de la Universidad Agraria, aglutinados en el Movimiento UNA 19 de Abril, se sumaron a la petición de un «diálogo» para lograr la liberación de los más de 170 rehenes del régimen de Daniel Ortega. Con este nuevo intento pretender continuar «apostando por la vía cívica y pacífica para darle solución a la crisis política, social y económica del país».
El 25 de enero, familiares de presos políticos de Nicaragua solicitaron la conformación de una alianza con todos los sectores sociales y la Iglesia católica para que gestione la libertad absoluta de los rehenes de Daniel Ortega.
«En los nicaragüenses existe el sentimiento de solidaridad, con las más de 170 personas que se encuentran injustamente encarceladas. Nicaragua al ser un pueblo creyente de la buena voluntad de sus ciudadanos, considera que lograr la libertad inmediata de las personas detenidas durante esta crisis, conllevaría a un ambiente de serenidad y armonía entre los nicaragüenses para darle una solución a esta crisis», reza el comunicado emitido por la organización de jóvenes opositores.
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En el escrito, destacan la situación de los dirigentes estudiantiles Max Jerez y Lesther Alemán, quienes se encuentran detenidos desde el cinco de julio de 2021, sufriendo torturas y pésimas condiciones en las celdas de «El Nuevo Chipote». «Nuestro compromiso es sumar esfuerzos hasta verlos en libertad», adelantan-
Distintas organizaciones opositoras al régimen respaldan la petición de los 45 familiares de presos políticos asegurando que «el diálogo y la negociación sincera» son la única salida a la crisis política que vive Nicaragua. De esta manera, se unen a la iniciativa de «construir puentes» para lograr la liberación de los encarcelados.
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Los familiares de los rehenes del régimen plantearon mediante un comunicado dado a conocer en conferencia virtual que apelan «a los gobernantes y a las fuerzas vivas de la nación, así como a nuestra Iglesia para que encabecen y apoyen un proceso de unificación ciudadana, dispuestos a construir puentes; dispuestos a escucharnos los unos a los otros para así comenzar a desarmar la desconfianza mutua que por siglos nos ha dividido».
En esta alianza pretenden acoger «a todas y todos aquellos que deseen unirse a nuestro grupo de familiares, y a la misma vez deseamos subrayar que estamos aquí presentes, ante la gran familia nicaragüense, motivados no por ideología política alguna o por rencor de ningún tipo. Todo lo contrario. Nos hacemos presentes impulsados por las fuerzas del amor y la lealtad, para fomentar un esfuerzo común en aras de la liberación de los 170 hermanos y hermanas que hoy se encuentran tras las rejas», afirman.
