El padre Edwing Román, una de las voces religiosas más criticas contra el régimen de Nicaragua, criticó «el cinismo» de la vicedictadora Rosario Murillo por mencionar el nombre de Dios durante la celebración partidaria del 43 aniversario de la revolución popular sandinista, evento realizado la noche del martes, 19 de julio, en Managua.
«¡Que cínica Rosario Murillo!: “Le servimos al pueblo como le servimos a Dios”. Sra, no siga ensuciando el nombre de Dios», exhortó el religioso a la también primera dama, a través de su cuenta de Twitter.
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Las declaraciones del expárroco de la iglesia San Miguel Arcángel de Masaya las hizo luego que la portavoz de la dictadura de Ortega afirmara que su gobierno es cristiano e igualmente aseguró que «aquí reina el amor; aquí vivimos tranquilos, trabajando para prosperar».
La afirmación del prelado también se sustenta en que Murillo, a la vez que mencionaba el nombre de Dios y se ufanara de su cuestionada fe religiosa, no desaprovechó su momento en señal abierta para despotricar contra la oposición y el gobierno dé Estados Unidos.
«Aquí no reina el odio. Ni pudieron ni podrán (…) Somos fuerzas de victorias, fuerza de revolución; fuerza de una conciencia que todos los días se renueva y crece. Fuerza de valentía, fuerza antiimperialista, porque aquí los hemos padecidos, pero también los hemos expulsados y los hemos derrotados en todos los momentos. Aquí ese Yanqui enemigo de la humanidad se ha encontrado la horma de su zapato», despotricó.
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Agregó que su régimen quiere vivir sin sometimiento, porque «no somos esclavos; aquí vencimos hace 43 años y antes, porque el heroísmo y los sacrificios de nuestros héroes y mártires nos dejaron el deber de luchar, de creer y de crear la patria nueva, la patria de todos, la patria con la que nos bendice el Dios de todas las victorias, ese Dios, misericordioso, potente, omnipotente que sabe que este es su pueblo y que está lleno de amor…».
Murillo, quien encabezó el acto del 19 de julio junto a Ortega, aseguró que su régimen «no es «vendepatria, «no estamos hechos para la traición, todo lo contrario, estamos hechos de vigor y de gloria y estamos hechos para la libertad, la hermandad, la alegría, la revolución».
«Tenemos derechos a vivir en paz, derecho a construir desde la paz, derecho a vivir con cariño y a rechazar y repudiar el odio para siempre. Aquí nuestra bandera azul y blanco rescatada una vez más con la bandera rojinegra refleja airosa nuestras victoriosas, luchas contra el yanqui, enemigo de la humanidad y contra de sus serviles y lacayos», recalcó en referencia a la oposición nicaragüense.
Más de 40 minutos habló la vicemandataria antes de darle paso al discurso central de Daniel Ortega, que siguió la misma línea discursiva de su esposa, despotricando contra la Iglesia católica, Estados Unidos, opositores y anulando toda probabilidad diálogo para salir de la crisis que vive el país.