La vocera gubernamental y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, reclamó públicamente, a través de su alocución de este mediodía, en los medios oficialistas, al director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (INETER), Marcio Baca, por haberle dicho que no llovería este 19 de julio, en Managua.
«Hay una lluviecita que nos está cayendo. Marcio (Baca) había dicho que no iba a llover. Le estoy reclamando aquí públicamente. Él dice que son “pasaditas de nube”. Vamos a ver cuánto tardan en pasar las nubes», dijo la portavoz de la dictadura sandinista.
Murillo se mostró preocupada con los malos pronósticos del experto meteorológico, porque con sus consejos, al parecer se aventuró a preparar la celebración por el 43 aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista, en plena plaza y a cielo abierto, este 19 de julio. El aguacero podría arruinar el evento que en las últimas décadas la propia vicepresidenta ha organizado meticulosamente como un carnaval de adulación personal a su marido, Daniel Ortega.
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El partido sandinista realizará su acto en un espacio controlado en la plaza de la Revolución, frente a la antigua catedral de Managua y de espaldas al Palacio Nacional, en el viejo centro de la capital. Por la cantidad de sillas que han sido apiladas en filas exactas, se puede contabilizar que el sandinismo reducirá su celebración a dos mil asistentes, entre funcionarios públicos, cuadros del partido oficial y jóvenes acarreados por la Juventud Sandinista.
En el interior del círculo de sillas, Murillo se ha mandado a dibujar dos estrellas fusionadas entre sí, que para los expertos en semiología, estos diseños forman parte del esoterismo profesado por la primera dama, quien ha impuesto sus creencias en el protocolo del gobierno.
En las tarimas principales, además de Ortega y Murillo, también ubicarán a sus más leales funcionarios y uno que otro dirigente del partido, así como a los presidentes de los demás Poderes del Estado, la jefatura de la Policía y del Ejército y a los casi 260 invitados internacionales que han sido anunciados por el oficialismo. Hasta ahora no se sabe si asistirá algún presidente aliado del caudillo sandinista, quien ha sido declarado ilegítimo por la mayoría de países que no reconocen las votaciones de noviembre pasado, calificadas como «una farsa».
Durante el regaño público al pronosticador del INETER, Murillo trató de autoconsolarse con su acostumbrada manipulación religiosa. «Aunque también sabemos reconocer que la lluvia es una bendición del Padre, para los cultivos», dijo resignada la segunda al mando en la dictadura nicaragüense.
Según las estimaciones climáticas del canal del tiempo, disponibles en internet, las probabilidades de lluvias para este 19 de julio, en Managua, rondan el 30%, con posibilidades de humedad del 88% y vientos de hasta 13 kilómetros por hora.
