El Gobierno de Panamá anunció este domingo que acordó con indígenas y campesinos de la provincia occidental de Chiriquí poner fin a un cierre de más de 9 días de la vía Panamericana, tras establecer en 3,30 dólares el precio del galón (3,78 litros) de combustible.
Con este acuerdo entre representantes del Gobierno Nacional, indígenas de la comarca Ngäbe Buglé y campesinos para rebajar aún más el combustible, se desbloquea la vía Panamericana y se asegura el paso de mercancías hacia la capital y otros puntos del país.
La importante vía, por la que pasa más del 80 % de la producción agrícola que proviene de las zonas centrales del país, se mantuvo bloqueada en más de media docena de tramos en Chiriquí.
El Ejecutivo que dirige el presidente Laurentino Cortizo indicó en sus redes sociales que el precio de 3,30 dólares del combustible es “a nivel nacional”.
El Gobierno ya había extendido para los vehículos particulares el combustible subsidiado a 3,95 dólares, establecido primero para el transporte público selectivo y colectivo, y para transportistas de carga agrícola posteriormente.
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Según con el texto del acuerdo alcanzado en la localidad de San Félix, Chiriquí, al que tuvo acceso Efe, la congelación del precio del combustible a 3,30 dólares será efectivo por un periodo de 3 meses prorrogables.
En la mesa de diálogo entablada con los indígenas y campesinos, queda pendiente la aprobación de un apoyo mensual de 100 dólares en cupones de combustibles para transportistas terrestres y marítimos que abastecen a la comarca Ngäbe Buglé.
Mientras, otros grupos de nativos que rechazan el acuerdo han amenazado con cierres en otros puntos de Chiriquí.
A la par de esta mesa de diálogo, otra que tiene curso en la provincia central de Veraguas entre representantes del Gobierno y de la Alianza Nacional por los Derechos de los Pueblos (Anadepo) llegó en horas de la noche de este sábado a un acuerdo para establecer en 3,32 dólares el precio del galón de combustible.
Al igual que con los indígenas y campesinos, quedan por resolver los puntos que tienen que ver con el elevado valor comercial de los medicamentos y el alto costo de los alimentos de la cesta básica.
El vicepresidente panameño, José Gabriel Carrizo, le da continuación por tercer día al diálogo con los miembros de la Anadepo, en Veraguas, con la mediación de la Defensoría del Pueblo, mientras que Cortizo habló este sábado con otro grupo de dirigentes en Chiriquí.
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Los líderes de la Anadepo cuestionaron el acuerdo de San Félix, Chiriquí, alegando no saber si se trata de una “burla” o una “jugada política” del Gobierno negociar en dos mesas distintas, y aseguraron que si no hay acuerdo sobre los medicamentos y la canasta básica la huelga y cierres en Veraguas seguirán.
Junto a la mesa de diálogo que tiene sede desde el pasado 7 de julio en Veraguas, Cortizo instaló otra este jueves en la Ciudad del Saber, en la capital, con la mediación de la Iglesia Católica.
Ni Anadepo, ni la Alianza Pueblo Unido por la Vida integrada por organizaciones populares y sindicales, como el poderoso Sindicato de la Construcción (Suntracs), participaron de la instalación de la mesa de diálogo en la capital, tras alegar una falta de consulta previa sobre el mediador y los temas a discutir.
Las protestas, huelgas y cierres de calles van para dos semanas en Panamá y se dan en reclamo de una congelación del precio del combustible, la estabilización del costo de los productos de la canasta básica y la verificación del elevado valor comercial de los medicamentos, en medio de denuncias de corrupción pública y “clientelismo”.
El desabastecimiento de legumbres, verduras y frutas, así como la escasez de combustible en centros urbanos del interior del país se ha acentuado con las protestas y bloqueo de carreteras.
El Suntracs anunció por su parte que seguirá manifestándose y que este lunes “paralizarán el país” con cierres de calles.