Los feligreses de la iglesia Perpetuo Socorro, de Boaco, salieron a las calles a manifestarse en denuncia al encarcelamiento de monseñor Leonardo Urbina, quien es acusado por los supuestos delitos de «violación y lesiones psicológicas» a una menor de 12 años.
Devotos con pancartas se reunieron en las afueras de la parroquia solicitando a una sola voz «libertad para nuestro monseñor Leonardo» que fue presentado el 13 de julio, con traje azul, rodeado de policías armados y exhibido por los medios de propaganda de la dictadura. «Que Dios tenga misericordia de esos testigos falsos, que Dios los perdone porque el pueblo católico no lo hará», refirieron los feligreses.
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Medios oficialistas detallaron que los padres de la niña interpusieron una denuncia contra el religioso y este fue trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Chipote», para comparecer ante un juez. El religioso recibió una cita para presentarse en la delegación policial de Boaco, con el objetivo de responder a una denuncia. La Policía había permanecido apostada en las afueras del templo en el transcurso del día de su detención.
Los feligreses demandan justicia en el caso del sacerdote que sería el segundo en ser procesado por la dictadura Ortega-Murillo, «los hijos de Dios no hacemos plantones, pero estamos aquí porque nos queremos manifestar por toda la injusticia que durante todo el día han pasado haciendo con nuestro párroco cosa que no es. Todo estaba muy montado, muy organizado, son gente muy organizada. Pero, ojalá ante los ojos de Dios valga mucho esa organización porque por más fuertes que sean, más fuerte es Dios», refirió una de las manifestantes.
Durante la protesta también solicitaron que la iglesia católica se pronuncie al respecto y suspendan las fiestas patronales del departamento en denuncia a la «injusticia» cometida contra el líder religioso, sobre todo, por los ingresos que generara esa actividad a la municipalidad.
«Tienen muchas ganancias aquí departe de la municipalidad y todas las organizaciones, por eso pedimos que las fiestas patronales se suspendan en solidarización de nuestro monseñor Leonardo, ya que nosotros por lo general pagamos impuestos y ellos tienen ganancias, por eso pedimos a nuestro padre Alfonso que se solidarice y suspenda las fiestas patronales», demandaron los manifestantes.
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La Fiscalía señala que el hecho fue cometido en tres ocasiones. La abogada suplente Sandra Dinarte resolvió que «la acusación reúne los requisitos formales. Es clara, presenta ideas articuladas, es precisa. A través de engaños y la confianza que tenía con la familia aprovechó la situación, por tanto, se admite la acusación».
Con esta nueva detención ya suman dos sacerdotes detenidos en Nicaragua. El primero fue el padre Manuel Salvador García, párroco en Nandaime, condenado por exposición de personas al peligro y por la supuesta agresión a una mujer, que en el juicio dijo que no había sido agredida por el padre, luego fue acusada por falso testimonio.
Durante la segunda farsa judicial, la jueza Ana Xóchitl Fonseca del Juzgado de Distrito Especializado en Violencia de Granada, condenó a dos años y ocho meses de cárcel al sacerdote Manuel García, por los delitos de lesiones físicas y psicológicas en perjuicio de Martha Candelaria Rivas.