Los dirigentes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez cumplen un año de estar en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», condenados a 13 años de prisión por el presunto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), a la cual pertenecen, denunció que sus líderes «pagan una injusta condena por luchar y soñar con una Nicaragua mejor», y «a pesar de que se les han violado todos sus derechos humanos, siguen con la frente en alto y mandando mensajes de esperanza y fuerza».
El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields también manifestó que los jóvenes «lucen gigantes ante la pequeñez moral de sus carceleros», en alusión a la pareja dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Añadió que, «mientras los hijos del poder le temen al pueblo y se rodean de matones y policías, Lesther y Max están en el corazón del pueblo que reclama su libertad».
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Este cinco de julio también cumplen un año de prisión los líderes campesinos Freddy Navas, Pedro Mena y el exaspirante presidencial Medardo Mairena. El Movimiento Campesino de Nicaragua denunció este día que sus dirigentes continúan en condiciones inhumanas y sufriendo torturas en las celdas de «El Nuevo Chipote», en Managua.
Están aislados y sin poder ver a sus hijos; condenados a 10 y 13 años de cárcel por el presunto delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
Familiares de Medardo Mairena indicaron que el preso político ha perdido más de 60 libras de peso, su cuerpo está lleno de ronchas y está padeciendo de problemas circulatorios y dolores en la rodilla. Reiteraron su demanda de libertad para todos los reos políticos y recordaron el mensaje que envió Mairena antes de su detención.
La organización Unión Democrática Renovadora (Unamos) se sumó al llamado de los familiares de las personas presas políticas que demandan al régimen que «abra las cárceles» a organismos humanitarios para constatar el estado de salud de sus parientes.
El movimiento exigió a las autoridades que permitan a los familiares, a la Cruz Roja Internacional, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al grupo de expertos independientes de la ONU el acceso a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», donde se encuentran aislados 28 dirigentes gremiales.
Organizaciones señalan que los presos políticos se encuentran bajo extrema incomunicación, torturas y sin atención médica especializada que pone en riesgo la vida de los opositores.
La organización humanitaria informó que las gestiones, en las que tiene que intervenir el Consulado de Houston, Texas, «están lentas y burocráticas» y, hasta el momento, «ha sido una entidad poco accesible, por lo que muchos cuerpos ya identificados continúan en la morgue». Según datos de la organización, las familias de los fallecidos pagan hasta 3,500 dólares por el proceso de repatriación y a la funeraria.
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Los voluntarios también informaron que el nicaragüense José Antonio García Ramírez, quien había sido reportado como desaparecido por sus familiares, fue encontrado en la morgue de Laredo, Texas. García perdió la vida al intentar cruzar el río Bravo junto a varios migrantes, el 26 de mayo; otras tres personas del grupo están desaparecidas.
Una joven identificada como Karen Monserrat Blandón Blen, de 21 años, habitante del barrio Carlos Fonseca, Distrito Cinco de Managua, fue víctima de presunto femicidio la mañana del martes.
Vecinos relataron a medios nacionales que la joven se encontraba en su vivienda, amamantando a su bebé de 6 meses, cuando su pareja, identificada como Caleb Rocha Tercero, de 23 años, llegó a la casa, inició una discusión y le propinó un disparo a la altura del cuello, acabando con la vida de la mujer y dándose a la fuga.
Organizaciones feministas alertan que, en los primeros cinco meses del año, al menos 27 nicaragüenses han sido víctimas de violencia de género.