El cuerpo de la joven Karen Monserrat Blandón, de 21 años, fue encontrado sin vida, la mañana de este martes, cinco de julio, en la vivienda que alquilaba desde hace un mes en el barrio Carlos Fonseca, en Managua.
Testigos aseguran que la joven acababa de regresar a su casa y estaba amamantando a su bebé de seis meses cuando fue atacada por su pareja Caleb Rocha Tercero, de 23 años.
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«Caleb llegó en su carro blanco, entró a la vivienda y sin mediar palabras le disparó a la muchacha en el cuello, mientras cargaba a su niño y le daba de mamar», señalaron vecinos a medios de comunicación.
Un menor —según una nota del diario La Prensa— que se encontraba en la casa de la joven presenció el crimen y salió gritando para alertar a los vecinos acerca de los sucedido.
Blandón, quien se suma a la creciente lista de víctimas de femicidio, era manicurista y se especializaba en hacer trabajo de uñas acrílicas. Agentes de la Policía llegaron al lugar para levantar las pruebas y proceder con las investigaciones.
El cuerpo de la joven fue trasladado al Instituto de Medicina Legal. En cuanto al sospechoso del asesinato, no se ha logrado dar con su paradero.
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Hasta el primer cuatrimestre de este 2022, se habían registrado 22 femicidios, 20 ocurrieron en Nicaragua y dos en el extranjero (uno en Panamá y otro en Costa Rica); según las estadísticas del Observatorio de la Violencia de la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
De acuerdo con los datos registrados, dos mujeres fueron asesinadas en enero, seis en febrero, ocho en marzo y seis en abril. Las víctimas fueron niñas, adolescentes, jóvenes y mayores.

Con este nuevo crimen, la lista aumenta a 23 en este 2022. Católicas por el Derecho a Decidir ubica al Caribe norte y sur de Nicaragua como las zonas donde se reportan los mayores índices de violencia contra las mujeres.
Estos femicidios han dejado a más de 20 niños, niñas y adolescentes en la orfandad. Según Martha Flores, coordinadora de CDD, los principales agresores siguen siendo las exparejas.