La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Derechos Humanos (Oacnudh) expresó este martes “su preocupación” por la muerte violenta el lunes de seis pandilleros en una cárcel de Honduras e instó a las autoridades a realizar una investigación imparcial y exhaustiva del hecho.
La Oacnudh manifestó su preocupación por el suceso ocurrido el lunes en la denominada “cárcel de máxima seguridad” de Ilama, departamento de Santa Bárbara, en el occidente del país, en el que seis presos fallecieron presuntamente por estrangulamiento.
“Se ha confirmado con organizaciones y familiares que al menos uno (de los pandilleros fallecidos) era un hombre gay”, señaló la Oacnudh en un mensaje en Twitter.
Los seis pandilleros eran miembros de la Mara 18 (M-18) y estaban recluidos en uno de los cuatro módulos asignados a ese grupo en la cárcel de Ilama.
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En un segundo mensaje, la Oacnudh instó a las autoridades de Honduras a “realizar una investigación pronta, imparcial y exhaustiva de los hechos que permita la sanción de los responsables y que incluya la hipótesis de crimen por prejuicio en razón de la orientación sexual de las personas”.
Además, expresó “sus condolencias a los familiares de las víctimas” y destacó el deber del Estado de “garantizar la vida e integridad de las personas privadas de libertad”.
La coordinadora residente de las Naciones Unidas en Honduras, Alice Shackelford, dijo hoy que los sucesos violentos en el país centroamericano “siguen siendo un golpe duro para la sociedad”.
Destacó la importancia de “la prevención y (la) necesidad de medidas claras para evitar que la violencia se intensifique. La violencia nunca es la respuesta. En un mundo donde podemos elegir cualquier cosa, elijamos la paz”.
Un equipo de la Dirección Policial de Investigación (DPI) investiga las causas del crimen múltiple, del que las autoridades de la prisión se enteraron hacia las 07.30 hora local del lunes (13.30 GMT), según la Secretaría de Seguridad de Honduras.
En la cárcel de Ilama permanecen detenidos 1.588 reos, de los cuales 569 son miembros de la pandilla M-18, y en el módulo en el que murieron los pandilleros permanecían 90, según fuentes oficiales.
