Decenas de policías armados del régimen de Daniel Ortega se mantienen al acecho en las cinco alcaldías que eran administradas por el ilegalizado partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). Desde el sábado, dos de julio, la dictadura orientó el despojo de las comunas y decidió que sus fanáticos se las tomaran por la fuerza, a cuatro meses de las elecciones municipales en el país.
Las comunas opositoras que ahora están en manos del régimen Ortega y Murillo son las de Santa María de Pantasma, Yalí, El Cuá, El Almendro y Murra.
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En fotos y vídeos publicados en redes sociales se observan a agentes de la Dirección de Auxilio Judicial (DOEP) de la Policía acuerpando a los simpatizantes y personeros del Frente Sandinista ocupando las instalaciones.
El ahora exalcalde de Santa María de Pantasma, Óscar Gadea, dijo en entrevista a Artículo 66 que antimotines son los que están en cada edificio donde funciona cada Alcaldía. «Desde el sábado (dos de julio) están en la Alcaldía donde yo estaba al frente, en las otras se encuentran desde hoy», dijo.
Agregó que según el Instituto Nicaragüense de Fomento Municipal (Inifom) contaban con la autorización del Consejo Supremo Electoral (CSE) para ocupar cada alcaldía. Otro de los argumentos que utilizaron es que las autoridades edilicias «estaban ilegal porque no tenían partido político».
«Cada jefe de área —de las cinco alcaldías que fueron ocupadas— están entregando a otras personas que van a administrar», Gadea señaló también que el gobierno de Ortega ya impuso a sus autoridades en la Alcaldía de Santa María de Pantasma.
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En cuanto al asalto de las comunas de CxL, Gadea, quien estuvo por tres periodos gobernó la Alcaldía, dijo que lo más oportuno que tenía que hacer el gobierno dé Ortega era notificar que por estar «ilegales» tenían que entregar el cargo, pero no era necesario poner a la población en zozobra».
Consideró que al momento del asalto de cada alcaldía las autoridades policiales no utilizaron la violencia en contra de ellos, «solo rompieron las puertas de cada oficina y después llamaron a cada funcionario para que fuera a entregar su puesto».
«Todas las cosas pasan porque Dios lo permite, hay que darle gracias a Dos por lo bueno y por lo malo. Hay que mantener la calma y la cordura, y pedirle a Dios que se den procesos electorales donde todos podamos participar y que haya buenas noticias, evitando la violencia porque eso non trae nada bueno», concluyó Gadea.
La arremetida de la dictadura de Ortega contra las alcaldías opositoras se da a cuatro meses de las elecciones municipales en noviembre de 2022, donde su régimen pretende gobernar el 100 por ciento de las municipalidades.