El escritor nicaragüense Sergio Ramírez asegura que le resulta difícil desligar sus libros de la historia de Nicaragua siendo una realidad que conoce y que, asegura, encaja en la literatura, sobre todo, la actualidad que «es tan lacerante». El ensayista catalogó como un régimen autoritario y violador de derechos humanos a la dictadura de Daniel Ortega.
Mediante entrevista con la Televisión del Principado de Asturias (TPA), el premio Cervantes 2017 expresó que sus escritos se han basado en una Nicaragua bajo «represión, irrespeto a los derechos humanos y sin independencia de poderes». Para Ramírez, la «novela negra» es importante para contar la «realidad contemporánea» que sufre un país.
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El novelista nicaragüense cree en que la solución a la situación del país bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es «abrir el camino a la democracia, la participación de todas las fuerzas políticas, abolir los sistemas autoritarios que son los que han marcado la historia de Nicaragua. Ese día llegará, no tengo ninguna duda, no es como que el país tenga una marca negra para seguir viviendo siempre bajo regímenes dinásticos, tiranos y dictatoriales».
Confía en la solución para el país partirá de sus propios ciudadanos. Recuerda la figura del asturiano Gaspar García Laviana, al que conoció en persona. Cree que el sacerdote español «estaría decepcionado» de lo que sucede dentro del país porque «creía en la democracia y jamás estaría de lado de la represión».
Ramírez anunció que publicará próximamente un libro de cuentos, en el cual empieza ya a trabajar, aunque, afirma, ese es un proceso largo que solo acaba de empezar.
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El escritor fue escogido como el personaje latinoamericano 2021 por el Grupo de Diarios América (GDA) «por su activa defensa de la libertad de expresión y de la democracia en su país». Actualmente se encuentra exiliado en España debido a la persecución del régimen que incluso ha girado orden de captura en su contra acusándolo de «incitar al odio».
Actualmente, su novela «Tongolele no sabía bailar», en la que plasma los hechos ocurridos en 2018, se encuentra retenida por la dictadura y prohibida su comercialización en el país. Esa novela que mantiene enfurecida a la dictadura es la que ha puesto a Ramírez una vez más bajo el ojo del mundo de la literatura, siendo premiado no solo por la calidad de sus obras sino también por su «valentía política».