El Departamento de Estado de los Estados Unidos presentó su Informe sobre la Libertad Religiosa Internacional 2021 donde recoge un registro del asedio, hostigamiento, amenazas y ataques por parte de la administración de Daniel Ortega contra la Iglesia católica de Nicaragua.
El documento, con fecha de este jueves dos de junio, cubre el período entre el primero de enero al 31 de diciembre de 2021. En el caso de Nicaragua detalla que «la Constitución prohíbe la discriminación basada en la religión; establece la libertad de creencias, religión y culto; y establece que nadie estará obligado por medidas coercitivas a declarar su ideología o creencias».
Por lo tanto, la administración de Biden destaca que «a lo largo del año, el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta y primera dama Rosario Murillo hostigaron verbalmente a sacerdotes y obispos, los calificaron de «terroristas en sotanas» y «golpistas» y los acusaron de cometer delitos».
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Asimismo, resalta que la Policía Nacional junto a los paramilitares y seguidores de Ortega, «hostigaron en varias ocasiones a los fieles católicos e impidieron que las misas se celebraran en conmemoración de las personas asesinadas durante las protestas a favor de la democracia de 2018».
El documento recoge un sinnúmero de ataques contra Iglesia en Nicaragua que van desde insultos verbales, persecución, hostigamiento, amenazas de muerte, robos de artículos religiosos y la entrada ilegal a las Iglesias católicas.
Resalta la revocación de las licencias de transmisión de la estación de radio Nexus y al Canal 21 medio de televisión protestante evangélica después de que el reverendo Guillermo Osorno, también candidato presidencial, denunciara irregularidades en la jornada electoral de noviembre 2021.
Además, revela que la Embajada norteamericana en Managua solicitó reunirse con funcionarios del gobierno con el objetivo de discutir las restricciones a la libertad religiosa y fomentar la tolerancia religiosa, pero no recibió respuesta.
El gobierno de los Estados Unidos alega que todas estas acciones represivas en contra de la Iglesia católica se deben a que los líderes religiosos han apoyado incondicionalmente, desde el estallido de abril 2018, a las víctimas de los atropellos del régimen de Ortega, lo que ha causado que los obispos y sacerdotes experimenten represalias del gobierno, investigaciones arbitrarias, retenciones de exenciones fiscales y denegación de servicios religiosos a los presos políticos.
La administración de Joe Biden estima que la población total en territorio nicaragüense es de 6.2 millones (mediados del año 2021). Según el censo de 2005 (el más reciente disponible), realizado por el Instituto Nicaragüense de Estadística y Censos, el 59 por ciento de la población es católica y el 22 por ciento evangélica protestante, incluidos pentecostales, menonitas, luteranos moravos y bautistas.
Además, subraya que desde el 15 de noviembre de 2021, de conformidad con la Ley Internacional de Libertad Religiosa de 1998, en su forma enmendada, el Secretario de Estado volvió a colocar a Nicaragua en la Lista Especial de Vigilancia por haber participado o tolerado graves violaciones de la libertad religiosa
El informe sobre la Libertad Religiosa Internacional es presentado bajo un contexto donde la dictadura de Daniel Ortega ha intensificado el asedio, la persecución, el acoso, las amenazas de muertes y ataques contra los líderes católicos.