El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, dijo este martes que respeta la posición de Estados Unidos de no invitar a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela a la próxima Cumbre de las Américas, que se realizará en junio en Los Ángeles.
Estados Unidos “es el país anfitrión y en ese sentido tiene la potestad de invitar a quienes ellos quieran”, indicó Abinader en una rueda de prensa sobre la cita, que tendrá lugar del 6 al 10 de junio en Los Ángeles.
“Nosotros respetaremos, como debemos respetar, la posición de Estados Unidos”, añadió el mandatario dominicano, quien confirmó su asistencia a la cita de Los Ángeles.
Abinader recordó que su país acogerá en marzo de 2023 la Cumbre Iberoamericana y aseguró que, en este caso, van a invitar “a todos los países” de la región.
Noticia relacionada: Honduras amenaza con no asistir a la Cumbre de las Américas por exclusión de dictaduras
También dijo que en República Dominicana estarían “más contentos de asistir” a la Cumbre de las Américas si acudieran “otros países”, siempre y cuando el propósito sea el de “hablar de los que nos une y dejar al lado lo que nos desune”.
En este sentido, señaló que lo importante es determinar para qué es una cumbre: “si es una cumbre para la democracia, si es una cumbre para fomentar y fortalecer los temas electorales o es una cumbre para hablar de lo que nos une y no de los que nos desune”.
A menos de una semana de la cita, Estados Unidos no había publicado aún la lista definitiva de participantes, pero ha confirmado que no contará con Venezuela ni con Nicaragua.
No ha aclarado qué hará finalmente con Cuba, aunque el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha asegurado que “en ningún caso” acudiría a la cita en Los Ángeles.
Noticia relacionada: Murillo aplaude Cumbre del Alba y afirma que su régimen «siempre ha derrotado» a Estados Unidos
Ante esos anuncios, países como México, Bolivia, Honduras y Guatemala pusieron en duda su participación, mientras que otros criticaron que Cuba, Venezuela y Nicaragua no sean invitados. De la misma forma, Argentina protestó por la posibilidad de que no se cuente con todos los países de la región.
La Cumbre de las Américas, iniciada en 1994 por EE.UU. con un encuentro en Miami, no tiene una estructura definida que fije quiénes son sus participantes y deja en manos del anfitrión las invitaciones.