Nicaragüenses en el exilio, en Costa Rica, realizaron este domingo, «la marcha de la memoria» en conmemoración a la masacre del 30 de mayo de 2018 durante una manifestación que realizaron las madres cuyos hijos habían sido asesinados por Daniel Ortega después del 18 de abril del mismo año, cuando inició una rebelión cívica contra la dictadura sandinista.
La actividad fue promovida por la plataforma Juntos por Nicaragua e inició a las 11 de la mañana en la Ciudad de San José. Los opositores se concentraron en el parque La Merced y culminó en la Plaza de la Democracia con un homenaje a las víctimas de la represión de Ortega. La convocatoria llevó por lema: «Las madres, junto al pueblo, no se rinden».
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Con la consigna «¡Las madres no se rinden, exigen justicia!», decenas de exiliados se reunieron para marchar por la principales calles de Costa Rica. Entre las organizaciones que se sumaron a protesta estuvo la Asociación Madres de Abril (AMA), quienes siguen demandando justicia por los asesinados en las protestas sociales del 2018.
Susana López, madre del estudiante universitario Gerald Vásquez e integrante de AMA, se sumó a la marcha. También hizo acto de presencia la madre de Sandor Dolmus, un monaguillo de León, quien fue asesinado en junio del 2018 en la iglesia Divina Misericordia, en Managua, durante el denominado «plan limpieza», ordenado por el régimen de Ortega.
Madres demandan justicia
«Sabemos que mañana —lunes— es 30 de mayo. Hoy le decimos al gobierno de Nicaragua que no tenemos nada qué celebrar; seguimos en resistencia, seguimos demandando la luz de la justicia, la verdad y que los crímenes no queden en la impunidad. Hacemos esta marchas contrarrestando la narrativa del gobierno porque no hay nada qué celebrar, Nicaragua está de luto», expresó Susana López, al medio digital Nicaragua Actual.
Por su parte, Martha Lira, madre de Ezequiel Mendoza, joven originario de Tipitapa, asesinado en el contexto de las protestas sociales, pidió a la comunidad internacional que siga en favor de los nicaragüenses para que los crímenes de lesa humanidad en Nicaragua «no queden en la impunidad».
«A nuestros hijos los asesinaron por salir a marchar, solo por levantar una bandera, es por eso que pedimos ayuda para esclarecer los casos de todos los jóvenes que fueron asesinados», agregó.
Candelaria Díaz madre de Carlos Manuel Díaz, originario de Masaya, asesinado el 30 de mayo, del 2018, expresó entre lagrimas que «no vamos a descansar hasta que haya justicia por nuestros hijos asesinados. Daniel Ortega y Rosario Mario me mandó de regalo a mi hijo asesinado el propio 20 de mayo. Él no era ningún vago ni delincuente».
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Enfatizó que es «una burla» que el régimen de Ortega haya declarado feriado el 30 de mayo, cuando hace cuatro años realizó una masacre en Nicaragua. «Él (Ortega) sabe la masacre que hizo, mandó a asesinar a mi hijo; me quitó lo más preciado de mi vida. Ningún 30 de mayo va a ser igual».
Díaz agradeció también al gobierno de Costa Rica por permitir marchas a las madres de los asesinados, «porque en Nicaragua no hay democracia, no se puede levantar una bandera ni muchos menos gritar que —Ortega— es un asesino».
«El pueblo unido jamás será vencido»
Otras de las consignas de los autoconvocados era «¡el pueblo unido jamás será vencido!, ¡de que se van se van!, ¡eran estudiantes no eran delincuentes los que asesinó la dictadura Ortega y Murillo! Los asesinos están en el poder».
En cuanto a la iglesia católica en Nicaragua, los opositores dieron su respaldo a los líderes religiosos que continuamente son asediados por la Policía y paramilitares de la dictadura de Ortega y Murillo. «¡Obispo amigo, el pueblo está contigo!», expresaban.
La marcha concluyó en la Plaza de la Democracia en Costa Rica donde Ama y Juntos por Nicaragua leyeron un comunicado de condena al régimen de Ortega por los crímenes de lesa humanidad en las protestas sociales del 2018 y afirmaron que seguirán exigiendo justicia.