Las autoridades de Migración de Estados Unidos encontraron este martes, 24 de mayo, el cuerpo de la nicaragüense Darling Francisca Rosales Ortiz, de 32 años, quien se ahogó en su intento por cruzar el impredecible río Bravo, fronterizo con México y Estados Unidos.
La Organización Texas Nicaraguan Community, en su cuenta de Facebook, informó que el cuerpo «fue recogido del lado de USA (Estados Unidos) y llevado a la Morgue, en Texas».
Darling Rosales viajaba con su hijo de iniciales D.M.C.R., quien permanece bajo «custodia del lado mexicano y en colaboración con la Asociación de Nicaragüenses en México están asistiendo al niño», reveló la ONG.
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Asimismo, indicó que lograron comunicarse con la familia de la mujer nicaragüense y que ya se encuentran al tanto de la situación de su pariente.
Cerca de una veintena de nicaragüenses han fallecido en las aguas del río Bravo en los últimos meses. La mayoría huyen del país por la precaria situación económica, la represión gubernamental o la búsqueda del «sueño americano».
Tras el reporte de las primeras víctimas, los familiares y organizaciones de nicaragüenses en Estados Unidos han realizado diversas colectas para reunir fondos y repatriar los cuerpos de los migrantes que mueren ahogados en el río.
La administración estadounidense y mexicana acordaron colocar alambres de púas a la orilla del río Bravo al lado de México, como una medida para tratar de disminuir la cantidad de migrantes que entren a suelo estadounidense.
Univisión San Antonio sostiene que el cerco hecho con alambre de púas ha incrementado el peligro a los inmigrantes al intentar cruzar hacia suelo norteamericano, la mayoría rodean la barrera para luego entregarse a las autoridades de Migración.