En su homilía dominical de este 22 de mayo, el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez Lagos, abogó por la construcción de un país donde «todos alcancemos», que no hayan exclusiones ni migrantes. Además, señaló que la paz que dejó Jesús al mundo no es la paz «del olvido, de la amnesia» donde se pierde la memoria histórica.
«La paz que nos dejó Jesús no es la paz del olvido, de la amnesia… no es la paz de los poderosos que pretenden imponer su voluntad a toda costa, no es la paz de la represión, no es la paz de las cárceles, no es la paz del torturador, no es la paz del perseguidor, no es la paz de los cementerios», expresó el prelado.
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«El amor es perdón, respeto a las ideas de los otros, a las diferencias que todos normal y naturalmente tenemos; respeto a las libertades individuales, constitucionales, sociales, civiles, jurídicas, ambientales; es la paz y el amor que nos permite estrechas vínculos verdaderos de fraternidad donde todos nos miremos y nos sintamos como hermanos, hijos de un mismo Dios con la misma dignidad, donde todos podamos sentarnos a la misma mesa sin exclusión ni exclusividades y donde el lugar en esa mesa la tengan los pobres», añadió.
Llamado al diálogo
Monseñor Álvarez explicó que siempre es propicio hacer un llamado al «diálogo natural, no forzado» para lograr el reencuentro de la familia nicaragüense «sin exclusión» y «crear una nación respetuosa de la dignidad de la persona humana, de la justicia y libertad».
«… y solo así poder edificar y construir un país donde todos alcancemos, donde no haya excluidos, donde no hayan migrantes y donde todos podamos vivir en nuestra tierra, en nuestra patria que tanto amamos», afirmó.
Además, exhortó que, como país se debe trabajar en «la paz donde podamos mirarnos a los ojos sin tenernos miedo, sin humillarnos, sin sentirnos extraños y comunicándonos».
Monseñor Álvarez ofició la misa dominical en solitario con todas las bancas vacías sin la presencia de feligreses ante la restricción impuesta por el estado policial que mantiene sitiada la iglesia Santo Cristo de Las Colinas en Managua.
En ese templo religioso está resguardado el obispo de Matagalpa desde el pasado jueves, 19 de mayo, ante el recrudecimiento de la persecución policial en su contra. El padre Harving Padilla también vive momentos similares con la presencia policial en las afueras de la parroquia San Juan Bautista en Masaya.