El periodista y activista de derechos humanos Josué Garay, exiliado en Costa Rica, denunció que el 10 de mayo, un agente de migración del país vecino del sur, con número de chip 326 lo agredió física y verbalmente.
A través de una denuncia pública en sus redes sociales, el comunicador de 29 años, señaló que el hecho sucedió cuando se dirigía a recoger una encomienda que fue enviada por su hermano desde Nicaragua.
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Según Garay, sufrió tratos racistas, xenofóbicos y homofóbicos, luego que en el bus en el que viajaba, después de recoger la encomienda, fuera detenido por agentas de migración.
«Al solicitar documentos, le señalé (al agente) que podía dar mi número de carné, pero que no lo andaba y lo tenía en mi casa en San José porque si éste se pierde, el sacarlo nuevamente es un dolor de cabeza», lo que ocasionó la hostilidad de la autoridad migratoria.
«El oficial 326 con gritos y empujones, me dijo que me bajara del bus, en donde también viajaban otros nicaragüenses. Le pedí que dejara de gritar y se calmara, porque esa no era la forma, pero me respondió que me callara, que yo no tenía ningún derecho en este país y se agarró el arma en señal de amenaza», denunció el el también activista y agregó que toda la agresión quedó evidenciada en las cámaras del bus.
«Me trataron como delincuente»
También dijo que una de las peores humillaciones que pasó fue que el agente se burlaba por el color de su piel «y a unas mujeres hasta les ofendía por sus rasgos indígenas, sin olvidar que nos tuvieron bajo el sol como una hora y media».
Enfatizó que el agente que se ensañó en su contra comenzó a tratarlo como delincuente, le tiró contra el microbús en el que viajaban y empezó a requisarlo de forma violenta. «Me apretó las manos muy fuertes, sobre todo en la mano izquierda donde tengo una lesión permanente, me pateó en dos ocasiones en los pies, para que abriera más las piernas. Le dije que se estaba equivocando, pero la humillación fue peor».
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«Importante señalar que yo sé muy bien mis deberes y derechos en Costa Rica, porque sí tengo derechos, aunque el oficial 326 me haya dicho que no. Desde que nos bajó del bus nos dijo que nadie usara los celulares, que los guardáramos. Esto lo hace claramente para evitar que alguien grabe la violencia y agresiones con las que actúan», recalcó.
Garay afirmó que la denuncia no es contra el pueblo costarricense, «mucho menos contra el Gobierno del presidente Rodrigo Chaves, porque Costa Rica es un país donde se vive y se respira derechos y libertad».
«Esto es una denuncia contra el agente 326. Costa Rica y su sistema no pueden dejar que personas como esta afecten su imagen. Yo no sé si así actúan todos los agentes de Migración, pero si es así, ameritan investigación y sanciones», dijo.
Luego de las agresiones sufridas, Garay aseguró que fue obligado a firmar un documento bajo intimidación, donde señalaban «cosas inventadas» o que no tenían nada que ver conmigo». «No voy a permitir que este tipo de abusos continúen contra la población migrante o refugiada. Derechos sí tenemos. Derecho que no se defiende, es derecho que se pierde» enfatizó.
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Josué Garay concluyó denunciando que en dos semanas ha conocido de activistas que han sufrido tratos inhumanos por parte de autoridades migratorias. «Incluso les han amenazado con deportación».
El periodista está en el exilio desde agosto del 2021, luego de ser amenazado con cárcel por parte del régimen de Daniel Ortega. En breve comunicación con Artículo 66, señaló que interpondrá formal denuncia en asuntos internos de Migración para evitar que se sigan violando los derechos de otros migrantes.