Los familiares de los presos y presas políticas que permanecen encerrados en las cárceles de tortura de El Chipote lanzaron un S.O.S por las vidas de sus parientes y denunciaron con «extrema preocupación un deterioro generalizado en la salud».
Igualmente denunciaron, mediante una conferencia de prensa virtual, la existencia de «una política sistemática de torturas dirigida a quebrar sus cuerpos y mentes», que incluye el encierro en celdas de castigo, la incomunicación, la falta de alimentos y el ataque a su salud.
«Falta de acceso sistemático a salud de forma oportuna, adecuada y especializada. Enfermedades y padecimientos son tratados hasta que la situación empeora o llega a extremos, no se les está llevando a enfermería, tampoco les están brindando información sobre su peso, ni los resultados delos escasos exámenes que les realizan», detallaron mediante la lectura de un comunicado.
Según los familiares, los problemas médicos se agudizan en los prisioneros que padecen enfermedades crónicas, que tienen mayor edad o que requieren atención médica especializada. «Hemos identificado un patrón de diagnósticos errados, sobremedicación y/o medicación inadecuada o contraindicada. Esta situación está causando empeoramiento de enfermedades, alergias y hasta quemaduras de primer y segundo grado», denuncian.
Insistieron en la exigencia de que se cambie el régimen de encarcelamiento a prisión domiciliar para los detenidos con problemas graves de salud y de la tercera edad. Destacaron el caso del preso político Víctor Hugo Tinoco y la activista Violeta Granera.
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De Víctor Hugo Tinoco, su hija Cristhian, denunció que está teniendo afectaciones de ansiedad, que la Policía no le entrega el medicamento que tiene prescrito desde hace varios años para tratar ese padecimiento y «está teniendo pérdida de memoria», reveló la joven.
Sobre Violeta Granera insistieron en la necesidad de que sea trasladada a su casa y recordaron que desde hace meses ha perdido su dentadura y no está siendo atendida en el centro carcelario que ha impuesto el régimen.
Los padecimiento más graves
En la nota que fue distribuida a los medios de comunicación, los familiares destacan el «agravamiento de problemas cardíacos y de presión arterial» del gerente del diario La Prensa Juan Lorenzo Holmann y del periodista Miguel Mendoza; problemas en su salud mental de Víctor Hugo Tinoco; deterioro de la dentadura de Violeta Granera; lesiones en la espalda «que van derivando en problemas crónicos» en las prisioneras Ana Margarita Vijil y Suyén Barahona.
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Igualmente denunciaron que varios de los reos de la dictadura de Ortega-Murillo están padeciendo problemas en la piel, «adquiridos por las condiciones de
absoluta insalubridad en la que se encuentran, lo que provoca infecciones por hongos, eczemas
y hasta despigmentación».
Familiares sometidos a tocamientos y «agresiones sexualizadas» durante las visitas
Durante la séptima visita a los prisioneros de El Chipote, entre el 28 y 30 de abril, la Policía también se ensaña contra los familiares. Hay «acoso constante y falta de privacidad, así como arbitrariedades al negar visita a familiares, limitar o dar información incorrecta sobre personas que participan en la visita y limitar el contacto físico con sus familiares», denuncian.
Igualmente se quejaron de «agresiones sexualizadas durante requisas a mujeres familiares, tocamientos a genitales y senos» por parte de los uniformados de la dictadura.
Chantaje, amenazas y robo de la «paquetería»
Finalmente, los familiares de los prisioneros insistieron sobre la existencia de mecanismos de tortura, mediante la imposición de castigos y aislamientos para evitar que se quejen o denuncien lo que ocurre dentro de El Chipote.
Existe la «consolidación de una política de castigos y control que busca acallar sus voces y que cesen de demandar derechos. Los castigos se han vuelto más frecuentes y van desde chantaje emocional, amenazas de trasladarles a celdas más pequeñas y con peores condiciones y entrega discrecional de paquetería que deriva incluso en privación de medicamentos, bebidas y hasta papel higiénico», concluye el comunicado.